La inviabilidad financiera y el grave deterioro que presenta el Hotel El Prado son los argumentos expuestos por la agente liquidadora de la Dirección Nacional de Estupefacientes, DNE, María Mercedes Perry, para solicitar al ministerio de Trabajo la autorización de suspensión de contratos por clausura temporal hasta por 120 días.
Señaló que con base en los estados financieros de la sociedad Compañía Hotel Del Prado S.A. en Liquidación, durante el período 2010 a 2012 el comportamiento de los ingresos por ventas ha sido decreciente de una manera más que proporcional con respecto a los gastos laborales.
Esto —dijo— se debe a la caída en los niveles de ocupación, y los gastos laborales que han crecido debido al ajuste anual periódico del salario y los acuerdos alcanzados en la Convención Colectiva de Trabajadores, que compromete al Hotel a reconocer unos costos laborales que superan el promedio del sector hotelero tanto local, como nacional.
Precisó que los costos en ventas y especialmente el relacionado con los gastos laborales presenta una tendencia creciente. En efecto, la 'Relación de los Gastos Laborales vs. Ventas del Hotel para los años 2.010 a 2.012' pasó del 40% al 72%, y para el 2013 con cifras a julio y a pesar de los ajustes en los gastos ese indicador se mantiene en el 65%.
De un ingreso por ventas durante el año 2.010 equivalente a $8.336 millones el 40% se destina al pago de los gastos laborales por $3.353 millones, los cuales se incrementaron durante el año 2.011, representando el 63% de las ventas y alcanzando el 72% para el cierre del año 2.012.
A julio 31 de este año, las ventas alcanzan $3.303 millones y los gastos laborales ascienden a $2.155 millones.
Por el lado de los resultados, según la DNE, su comportamiento negativo ha sido una constante incluso antes de que fuera incautado en el año 1997. (Ver infografía).
La funcionaria indicó que el comportamiento negativo en los resultados operacionales del hotel El Prado obedece principalmente a la caída en el índice de ocupación. Pero a ello se suman el deterioro de la infraestructura básica, el crecimiento en la oferta hotelera moderna de la ciudad y la falta de inversión y adecuación de la infraestructura de acuerdo con los estándares y tendencias del mercado contemporáneo.
Advirtió que de no tomarse medidas para detener esta tendencia, los ingresos no alcanzarán para cubrir los gastos laborales, porque el hotel se encuentra en un punto de no retorno, en el que sin una fuerte inversión en infraestructura, mantenimiento, remodelación y recuperación de las habitaciones, la capacidad se hace continuamente decreciente y por ende la ocupación y los ingresos.
Esto -agrega- aumenta las obligaciones que no se pueden sufragar y el incremento de los pasivos y de la inversión que se requiere para recuperar el estado óptimo de operación, con lo que se acerca más a la cesación de pagos que incluso, puede llevar a una suspensión de los servicios públicos, cuando ya la DNE no pueda seguir sosteniendo con dineros del Estado lo insostenible, con lo que la operación quedaría paralizada.
El pasivo acumulado alcanza los $13.884 millones al cierre contable del 31 de julio de 2013. Lo anterior obedece a que la actividad del hotel no genera suficientes recursos para responder por la operación.
Ocupación. El nivel de ocupación del hotel durante los últimos siete años fue de 34.7% mientras que para Barranquilla fue del 52.5% y para hoteles cinco estrellas, del 64.83%, según el diagnóstico realizado por Fonade para su entrega al Fondo de Turismo.
Así las cosas, este mismo análisis financiero del hotel concluye la inviabilidad de sostener el negocio, si no se toman decisiones de corte estructural, de manera que se pueda garantizar la inyección de suficientes recursos financieros que permitan realizar obras de remodelación y modernización de acuerdo con las condiciones que demanda el mercado del sector hotelero en Colombia y a nivel internacional.
El cierre. La agente liquidadora de la DNE, María Mercedes Perry, señaló que para lograr poner a punto el hotel se requieren inversiones mínimas en infraestructura por valor de $30 mil millones, de las cuales $12.000 millones serían para adecuaciones y $18.000 millones para reposición.
Y como se trata de un bien de interés cultural declarado así por el ministerio de Cultura, no es susceptible de enajenación para suspender el deterioro económico.
Por ello, -explica- se requiere suspender las actividades del hotel para que durante dicho plazo se entregue al Fondo de Turismo, Fontur, y se estructure su entrega a través de la figura de la concesión a un tercero que ostente la experiencia para administrarlo y la capacidad financiera para abocar la realización de las inversiones que requiere, y realizar un anticipo para saneamiento de gran parte de los pasivos.
Es de anotar que la DNE en Liquidación entregará al Fontur el hotel, pero la administración de la Compañía Hotel del Prado S.A. en Liquidación, propietaria del citado Hotel seguirá a cargo de la DNE.
Sindicato dice que hay mala administración de DNE. Delma Navarro, gerente desde hace doce meses, opina que la crisis llegó con el proceso de extinción de dominio en 1997.
Ese proceso explica- no le permitió al hotel tener un desarrollo normal porque cuando hay una propiedad incautada, no es fácil desde el punto de vista comercial: ante los bancos, ante los proveedores, ante los huéspedes. Fue la época en que muchas multinacionales dejaron de hacer negocios con nosotros.
A ello se sumó el que la Corporación Matamoros asumiera la administración del hotel, sin tener experiencia en el sector ni la visión del negocio.
Entre 2002 y 2004, cuando la cadena Dann entra a administrarlo, se logra un repunte en la ocupación, que vuelve a resentirse en 2007 con la apertura del Dann Carlton.
'Sabíamos que íbamos a perder clientes con un hotel nuevo y muy moderno. Pasamos de una ocupación del 56% al 45%', añade.
La gerente destaca que al contrario de lo que opina la DNE, el Prado siempre ha sido autosostenible.
El problema -continúa- es que no ha tenido una inversión de capital para adecuaciones y renovación de equipos.
Jorge Medrano Martínez, asesor jurídico del sindicato de trabajadores del hotel, sostiene que la crisis se deriva de una cadena de malas administraciones.
'La DNE no es especialista en el tema de la administración hotelera, pero nosotros sí hemos hechos escuela como lo hizo la gerente Delma Navarro quien se ha dedicado a pagar las deudas que dejaron los anteriores administradores, lo que demuestra que al hotel le faltó gestión y cariño para manejarlo'.
Sobre el tema de la inviabilidad financiera, considera que el negocio sí es bueno por el prestigio que tiene el establecimiento. 'Lo que ha pasado es que la DNE lo ha administrado desde hace 16 años y no han invertido para que el hotel siga siendo atractivo para la gente que lo visita. Ha habido una mala administración del hotel, pero no es inviable'.
En opinión de la gerente, una de las salidas más viables es la venta del Prado, pero la ley no lo permite teniendo en cuenta que fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008.
'Este bien es del Estado por una circunstancia, pero toda la vida el Hotel El Prado estuvo en manos de privados. Y si en mis manos estuviera, lo ideal sería la venta. El concesionario que venga debe entender cómo es la mecánica del establecimiento y de la ciudad', añadió.
Entrega a Fontur
De acuerdo con dispuesto en el artículo 22 la Ley 1558 del 10 de junio de 2012 la Dirección Nacional de Estupefacientes en Liquidación debe entregar los bienes con vocación turística al Fondo Nacional de Turismo (Fontur), entre ellos el Hotel El Prado, con el fin de que este Fondo lo administre o venda, pero como el Hotel fue declarado bien de interés cultural de carácter nacional, no es posible la venta y debe ser entregado al Fontur para que este adelante la concesión del mismo, lo que esperan se realice durante el periodo de suspensión de los contratos.
Por Leonor De la Cruz
leonor.delacruz@elheraldo.co