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Puerto Colombia amaneció ayer con su emblemático muelle dividido en cinco partes, tras el derrumbe de otro pedazo, de aproximadamente 20 metros, hacia las tres de la madrugada.

Esta vez el tramo afectado fue el del comienzo de la estructura, el cual planea proteger la Gobernación del Atlántico con unas obras de mitigación que costarían entre $800 millones y $1.200 millones.

Los trabajos, para conservar los primeros 30 metros del muelle, empezarían a ejecutarse en dos meses, según había anunciado el gobernador José Antonio Segebre. Pero ante la amenaza del inicio de la temporada de tormentas tropicales, prevista para mediados de agosto, el alcalde del Municipio, Carlos Altahona, solicitará que las obras comiencen lo antes posible.

Entre tanto, los caseteros del sector del muelle lamentan la suerte del antiguo puerto y se quejan de que cada vez menos turistas visitan el lugar.