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Para algunos de los venezolanos que viven en Barranquilla, su país se convirtió en 'un laboratorio', 'una colonia' y 'un centro de experimentación' de los hermanos Castro, a lo cual atribuyen que en el presente el país esté envuelto en crisis y desabastecimiento.

Desde la distancia apoyan el esfuerzo de los jóvenes que han salido a marchar, comentan que muchos trabajadores del sector público se ven obligados a apoyar al oficialismo y reflexionan que Venezuela aún no ha terminado de caer.

Para Rafael Portillo, economista que lleva año y cinco meses viviendo en la ciudad, 'el gobierno del presidente Maduro tiene que recapacitar'.

Portillo afirma que en su país se está cometiendo en la actualidad un conjunto de violaciones a los derechos humanos que requiere de la intervención urgente de organizaciones internacionales.

Emigran para trabajar. 'Cada vez que me preguntan sobre mi país, no puedo evitar exaltarme. Quizás es porque allá no siento libertad para expresarme', sostiene Migdalia Caridad, una comunicadora social oriunda que llegó hace tres semanas a Barranquilla para trabajar como docente.

Ella manifiesta que en su país cada día se intensifica la crisis y que, desde la distancia, apoya la protesta que los jóvenes han liderado en los últimos días.

El caso de Caridad, que ha emigrado de su país por una mejor oferta laboral, es uno de los 3111 que se han dado en lo transcurrido del 2014 por cuenta de ingresos de venezolanos a Colombia bajo la modalidad de 'Trabajo temporal', según lo reporta la oficina de Migración.

Para Yanyn Rincón-Quintero, venezolana investigadora en el campo de las relaciones públicas que hace ocho meses se radicó en la ciudad, 'la clase media se ve obligada a salir de mi país porque no hay buenos salarios para los profesionales y pocas oportunidades'.