El Heraldo
Barranquilla

Vendedores informales del Centro ocupan 25.000 metros cuadrados de andenes y vías

Los vendedores que se han tomado los andenes y vías del Centro de la ciudad ya no tienen espacio ni para sus mismos clientes.

Es tal la cantidad de puestos estacionarios ubicados en las aceras, que por ejemplo, en la calle 35 (San Blas) entre carreras 41 y 43 (Progreso con 20 de julio), lo que queda es un estrecho pasadizo por el que escasamente puede caminar una persona, y eso, de lado.

Esta apenas es una muestra de los 25.000 metros cuadrados de espacio público que están ocupados irregularmente en el Centro Histórico entre las calles 30 a la 37, y carreras 38 a las 46, de acuerdo con datos de la Secretaría de Control Urbano y Espacio Público.

A toda esta estrechez peatonal se suma el ruido estridente que brota de los poderosos equipos de sonido de algunos almacenes formales, que utilizan el perifoneo como estrategia de competencia para ganarles clientes a sus vecinos informales.

Es un ‘sancocho’ bullicioso en el que la voz del pregonero se combina con la música de Marc Anthony, Silvestre Dangond, o la champeta de moda.

En este mundillo caótico del Centro de Barranquilla, sobre la carrera 43 con calle 35, está Teo Ortiz sentado frente a una mesa en la que ofrece bollos de mazorca, que él mismo prepara junto a su mujer, Sara Judith Correa.

Cuando se le pregunta qué sabe sobre la reubicación de los vendedores estacionarios del Centro. Responde: “He escuchado en la radio que eso lo van a hacer. A mí me metieron en el censo, pero no sé cuándo ni dónde me van a poner”.

A Teo lo censaron hace dos años, cuando la Alcaldía Distrital emprendió un nuevo conteo de las 9.160 ventas estacionarias que ocupan el Centro.

Sobre esta cifra oficial Joaquín Cervantes, representante de la Asociación de vendedores (Asovendedores), considera que quedaron por fuera entre 300 y 400 ventas estacionarias.

Esta organización cuenta con 2.300 afiliados, y es unas de las entidades que trabaja con la Alcaldía el proyecto de reubicación.

“Muchos no creen en este proceso. Además, contaron las carretillas, y esas no son estacionarias, sino ambulantes”, añade.

Diana Amaya, secretaria de Control Urbano, asegura que según el censo, 1.932 no poseen los permisos que administraciones pasadas otorgaron para ocupar andenes y calles.

En opinión del director seccional de Fenalco, Carlos Jiménez, estas ‘licencias’ para invadir el espacio público fueron irregulares, ilegales, e inconstitucionales.

“Las vitrinas de nuestros afiliados no se podían ver porque las ventas informales las invadían, y lo peor es que lo que se ofrecía en la calle era lo mismo que exhibían los que pagan impuestos y servicios públicos”, precisó el vocero gremial.

No obstante esta ilegalidad, manifiesta que fue necesario conciliar en forma directa con los invasores del espacio público, porque no tuvieron el apoyo de la administración distrital.

La meta de la alcaldesa Elsa Noguera es relocalizar 4.000 vendedores estacionarios en seis predios que ya adquirió,y en otros dos que está negociando.

La prioridad, según Diana Amaya, es ubicarlos muy cerca de donde han permanecido por años.

Para este propósito se están reuniendo periódicamente con la Asociación de Libreros de San Nicolás, Asociación Casa del Vendedor, Asociación de Libretos del Centro de Barranquilla, Asolicenba, y la cooperativa de distribuidores de pescado, Codipez.

Quienes no estén en el censo de 2011 -advierte la funcionaria-, no estarán cobijados en el programa al que se le han invertidos recursos del orden de los $88.350 millones, del impuesto de Valorización.

También se le asignaron al programa $41.800 millones para el sistema de plazas como las de San José, San Roque, Concordia, San Nicolás, Hospital, Intendencia Fluvial y la Plaza Fundacional El Boliche.

Apoyo de Alcaldía. Joaquín Cervantes, de Asovendedores, destaca la tarea de la Alcaldía por dignificar un oficio al que no le han reconocido su condición de generador de empleo.

Mencionó el hecho de que el viernes hayan sido certificados 500 vendedores de San Nicolás sobre emprendimiento, por iniciativa de la Alcaldía, Control Urbano y Edubar.

Para el director de Fenalco, Carlos Jiménez, una vez los vendedores estacionarios sean reubicados, la administración debe apoyarlos con la divulgación permanente de sus negocios para atraerles compradores.

Como alternativa para los que queden por fuera por no tener permiso, se ofrece el Centro de Oportunidades en el que de manera conjunta con Fenalco, se capaciten y formalicen sus negocios.

La asesoría incluye desde el registro en la Cámara de Comercio, el pago de la seguridad social para los empleados, y la expedición de facturas. “Es pasar de la chaza, al local”, afirma Jiménez.

Que los tengan en cuenta. Los zapateros, que tradicionalmente se ubican a un costado de la Iglesia de San Nicolás, aseguran que la Alcaldía no los ha tenido en cuenta en el programa de reubicación, y que lo único que piden es que los dejen en el mismo sitio, pero con nuevo mobiliario.

“Si nos meten en un edificio, hasta ahí llegamos”, dice Heriberto Escorcia, con más de 50 años trabajando en el sector.

Por Alix López
@alixlopezvargas

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