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El 22 de noviembre del 2013 fue la última vez que llovió en Santa Marta. Dicen que fue una bendición del cielo pues ya se encendían las alertas ante la ausencia de agua en los hogares. Después de este día el sol pareciera nunca más haberse escondido, el verano empezó a azotar sin clemencia; la palabra sequía se puso en boca de todos.

La disminución de lo caudales de los ríos que abastecen la planta de tratamiento era evidente, por tanto algo que había que hacer. 'Ahorrar agua', fue el llamado que la empresa Metroagua hizo, sin embargo, pocos fueron los que atendieron la solicitud.

Ahora, cuando desde los barrios se reclama y la tolerancia pareciera llegar a su fin, se hace más agresiva la campaña y las soluciones paliativas empiezan a darse. La adopción de medidas excepcionales para evitar un desabastecimiento no tienen espera.

Robo de agua. Al tiempo que la naturaleza es protagonista del padecimiento, también asoma como factor desestabilizador la irresponsabilidad y mala conducta del hombre.

El robo descarado de agua entre la fuente de captación en la Sierra Nevada (vereda Transjordania) y la planta de tratamiento (Mamatoco) agudiza la escasez del vital líquido.

Las pegas ilegales que al tubo de conducción hacen finqueros y habitantes de barrios de invasión, no usuarios de la empresa, producen una pérdida de 150 litros por segundo de agua cruda del río Piedras y de 70 litros por segundo del río Manzanares.

En total se roban 220 litros por segundo de agua, con los cuales, según el jefe de operaciones de Metroagua, ingeniero, Nicanor Vega, 'habría un normal abastecimiento y no tendríamos esta emergencia'.

Plan verano. Para minimizar los problemas que se derivan del fuerte verano que afecta el acueducto, Metroagua socializa con las comunidades el Plan Verano – 2014.

La gerente (e) de la Compañía, Johanna Segrera Mercado, manifestó que con esta iniciativa se busca llevar conciencia a la ciudadanía para que ahorren y hagan uso racional del agua, de tal forma que hagan posible evitar a futuro un desabastecimiento.

La campaña se inició en los sectores nororiental y oriental de la ciudad, donde la emergencia se acentúa.

Sentados con los moradores, los funcionarios de Metroagua dan a conocer las acciones que se están realizando.

Hasta el momento se han reunido con las comunidades de Los Trupillos, El Bosque, Villa Ely, Alejandrina y La Bolivariana. Las citas próximas son en Juan XXIII, Los Almendros, Manzanares, María Eugenia, Pastrana, Ciudadela 29 de Julio, Once de noviembre, El Cisne, Rodrigo Ahumada, Timayui y Garagoa.

Los habitantes del barrio Villa Berlín no se cansan de protestar por la falta de agua, sobre todo en la temporada alta.

Acciones. Para contrarrestar la escasez de agua y evitar que se llegue al desabastecimiento total, se han dispuesto varios frentes de trabajo, entre los cuales se destacan:

El corte de conexiones fraudulentas en las líneas de aducción y conducción. Cierre y monitoreo de las conexiones de agua cruda en horarios establecidos; revisión y mantenimiento de ventosas sobre aducciones y conducciones.

Abastecimiento alterno con carrotanques y aumento en el caudal captado de fuentes subterráneas, mediante la perforación de pozos.

Puesta en funcionamiento del Pozo Cantilito y mantenimiento estructural a los pozos Teyuna, Inem y No 8 Ocho.

El total de la capacidad de las fuentes de abastecimiento de agua con las que cuenta Santa Marta es cercana a los 900 litros por segundo, en épocas de altos niveles de los ríos.

La ciudad tiene un desmedido incremento de la población que, según datos del Dane, reflejan un aumento cercano al 133 por ciento en los últimos 20 años.

Por cuenta del desplazamiento forzado, de acuerdo a informes oficiales de la entonces Agencia para la Acción Social y la Cooperación Internacional, se destaca a esta capital como la tercera en Colombia en número de desplazados, con una población reportada entre 1997 y 2010 de 172.273 personas (41.360 familias).

Soluciones. Uno de los principales retos de Metroagua es lograr la financiación de los estudios que conduzcan a que Santa Marta establezca opciones de una nueva fuente de abastecimiento de agua potable.

En la década del 80 se consignó ante el desaparecido Insfopal, una viable alternativa de fuente de abastecimiento de agua potable, que determina traer el agua por gravedad de los ríos Guachaca, Buritaca y Don Diego. Dicen los expertos que si la ciudad obtiene agua por este sistema, se mejorarían las presiones, disminuirían los consumos de energía eléctrica y habría mejor calidad del líquido.

Otra de las opciones es represar el agua, construyendo embalses en los ríos cercanos (Gaira, Manzanares, Piedras y la quebrada Tamacá), lo cual no plantea una solución definitiva porque no aportaría los metros cúbicos de agua suficientes.

También se vislumbra la posibilidad de la captación a través del río Magdalena, opción que ya cuenta con un prediseño hecho por la firma Consultores del Desarrollo, sin embargo, el agua llegaría en el sentido contrario que hoy recibe el sistema del acueducto de la ciudad, por tanto habría que cambiarlo todo.

Una cuarta solución sería captar el agua proveniente del mar, pero el costo de esa agua superaría ampliamente lo que se paga en tarifa por metro cúbico.

Haga clic aquí para ver infografía: El recorrido del agua