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El Estado Colombiano no conoce cuántos niños, niñas y adolescentes (NNA) se encuentran al día de hoy en las filas de las Farc. Así lo reconocieron tanto la Alta Consejera para los Derechos Humanos de Presidencia, Paula Gaviria, como la Defensoría del Pueblo, al afirmar que no existía un censo actualizado del número de menores vinculados al conflicto armado en Colombia. 

'No sabemos cuántos son los niños que hay en conflicto, por lo cual es importante este acuerdo y los compromisos que adquiere la guerrilla de las Farc; ellos se comprometieron a entregar toda la información disponible de todos los menores', explicó Gaviria, quien es una de las encargadas de diseñar la propuesta de protocolo para desvincular de las Farc a los menores de 15 años y garantizar el restablecimiento de sus derechos.

Dicho protocolo, que deberá ser entregado a la mesa de La Habana en un plazo de 15 días, estará a cargo de una mesa técnica integrada por 15 organizaciones nacionales e internacionales, y además contará con la coordinación de la Defensoría del Pueblo. Con este fin, Alfonso Cajiao Cabrera, Defensor del Pueblo, junto a María Cristina Hurtado Sáenz, delegada para los Derechos de la Niñez, viajarán a La Habana este miércoles.

Cajiao también reconoció que el Estado no sabe a ciencia cierta cuántos niños se encuentran integrando las Farc, pero desestimó la cifra de 21 menores de 15 años que dio ‘Iván Márquez’, jefe negociador de la guerrilla, en su alocución del domingo. 

'La Defensoría carece de cifras, al igual que el Estado, por eso hay una incertidumbre frente a este tema, lo cual no puede convertirse en una limitación; sin embargo, hay que decir que desconocemos la cantidad de niños que están en poder de las Farc', aseguró el defensor.

Esta entidad entregó hace ocho meses, el 9 de septiembre de 2015, una propuesta de protocolo para la desvinculación de los menores de edad de las filas de las Farc, esta será el punto de partida del documento que se entregará a la mesa de conversaciones.

Gaviria, en diálogo con EL HERALDO, precisó que uno de los objetivos de lo acordado es lograr que los menores de edad salgan de la guerrilla antes de la firma del Acuerdo Final y por eso los tiempos establecidos son bastante cortos.

'Los tiempos los define la mesa, pero el protocolo se entrega en 15 días, un tiempo corto con la intención de que se entregue de manera inmediata a los menores de 15 años', afirmó.

Lo pactado, reiteró Gaviria, implica un tratamiento especial como víctimas a todos los menores reclutados. Aquellos por debajo de 14 años no tendrán ninguna responsabilidad penal y los mayores de 15 que hayan cometido delitos no indultables, se someterán a la Jurisdicción Especial de Paz.

3.609 niños se han desvinculado de las Farc entre 1999 y 2016, dice ICBF

Aunque no existe una cifra precisa, los datos recogidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Fiscalía y diferentes organismos internacionales, ayudan a dibujar el panorama de la afectación de la niñez en el conflicto armado colombiano.

Según el Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado (GAHD), entre 2002 y el 13 de mayo de 2016 se registró un total de 29.731 personas desmovilizadas de grupos armados ilegales: Farc, AUC, ELN y sus disidencias. De estas, el 14% (4.419) eran niños, niñas y adolescentes. El 2004 fue el año con mayor número de desvinculados con 513 menores.

En lo corrido del año 2016 se han desmovilizado 87 menores de edad; abril fue el mes que presentó el mayor número de menores desvinculados con 31.

Según cifras del Programa Especializado del ICBF en atención NNA víctimas de reclutamiento ilícito, un total de 5.984 niños se han desvinculado de grupos armados ilegales entre 1999 y abril de 2016. En ese mismo periodo, 3.609 niños salieron de las filas de las Farc, el 60% del la población total atendida por el ICBF.  

De este gran total, 4.271 eran niños (71%) y 1.713 niñas (29%). Además, el 84% (5.019) de los niños y niñas desvinculados no presenta ninguna etnia, el 9% (571) son indígenas y el 7% (394) son afrocolombianos.

11.500 menores reclutados. De acuerdo con cifras entregadas por la Unidad de Análisis de Contexto de la Fiscalía (Dinac), más de 11.500 menores habrían sido reclutados por las Farc en una política sistemática de inclusión de nuevos combatientes que esta guerrilla desarrollo entre 1975 y 2014, actividad que para el ente investigador constituye un crimen de guerra.

'Es la cifra que, hasta ahora, hay en estos informes que fueron realizados por la Dirección de Análisis y Contexto. De esos 11.556 menores reclutados, 33% son mujeres y 67% son hombres', afirma la Fiscalía.

La cifra dada a conocer por el fiscal (e) Jorge Perdomo, señala que los jefes de las Farc con más reclutamientos ilegales son alias Isaías Trujillo, a quien se le podrían adjudicar más de 200 casos y alias Iván Márquez con más de 180 casos.

Yaneth clama para que su historia no se repita

Sincelejo. Yaneth* fue reclutada por la Farc cuando tenía 12 años y terminó dos décadas en poder de esa guerrilla. Su historia no fue fácil, pero por primera vez decidió contarla como método de sanación después de tanto horror.

'Cuando me sacaron de mi casa y me llevaron a las filas, era una niña, y me parecía divertido tener armas y vestir con uniforme. Éramos muchos niños, pero después le fui viendo el lado oscuro: la tristeza, el dolor. Permanecí allí 22 años y tuve mi familia, pero siempre supe que no quería esto para mis hijos, y por eso hace cinco años me volé', relata.

Terminó el bachillerato, trabaja en oficios varios y sueña con ser enfermera, aunque para ella es casi un hecho porque después de tener valor de 'salir del monte', muy pocas le han quedado grande.

Lo más difícil de volver a la civilidad fue encontrarse en la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) con desmovilizados de las Auc, uno de los grupos a los que combatía, así como con las Fuerzas Armadas por las que, reconoce, sentía rencor, sin embargo, con el pasar de los años eso ha quedado atrás.

'Para mí es una gran alegría los Diálogos de Paz, ya es hora de que se acabe tanto conflicto, se sufre mucho, nosotros en la Farc también sufrimos, porque somos madres, padres, hijos. Sueño con que los que fueron mis compañeros conozcan una nueva vida, que estén libres así como yo. Estar sin armas es libertad', resume.

Ahora tiene dos hijas, que aunque desconocen mucho de lo que vivió en las selvas colombianas, la han ayudado a perder los pocos miedos con los que contaban. Las sobreprotege y asegura que no tiene otra opción pues lo menos que quiere es que la historia se repita.

Ella al igual que muchos de sus compañeros han participado en varios eventos de la ACR, el más reciente en septiembre del año anterior donde cerca de 50 desmovilizados de todos los grupos ambientaron escenas de la historia del conflicto en Sucre y escogieron el episodio de su vida que querían mostrar como una forma de protestar para que nunca más se repita.

'Es una vida muy dura'

Valledupar. En julio de 2014, cuatro menores, entre los 16 y 17 años, lograron escaparse de las filas de las Farc. Cada uno contó su historia, al entregarse al Ejército en el Cesar.

Dicen que fueron reclutados cuando apenas eran unos niños, obligándolos a cambiar sus juguetes, por pesados fusiles y equipos de campamentos, para fortalecer esta organización ilegal.

Libardo*, uno de ellos, tenía 17 años cuando se entregó a unidades del Batallón de Artillería No 2 La Popa, adscritas a la X Brigada del Ejército. Venía de estar al servicio del frente 59 del grupo guerrillero, que se lo había llevado dos años atrás en predios rurales de este Departamento.

Para escaparse, Libardo* aprovechó un permiso que le había dado un comandante subversivo para que comprara algunos alimentos al pueblo más cercano de donde estaba. Se había ganado la confianza del superior que lo autorizó salir del campamento.

Estando en el pueblo y sin vigilancia encontró la oportunidad perfecta para embarcarse en un bus de servicio intermunicipal, pasando como campesino ya que no llevaba uniforme, luego caminó varios kilómetros hasta llegar a Valledupar, donde se entregó en la base militar.

'Esa vida es muy dura', manifestó el joven que fue incorporado al Programa Nacional de Atención Humanitaria al Desmovilizado.

El ocho de julio de ese año, dos menores más lograron desertar del frente 59 de las Farc, poniéndose a disposición de la X Brigada.

Joaco* y Guillermo*, ambos de 17 años, relataron sus historias llenas de dolor y sufrimiento. El primero de ellos, dijo que trabajaba como jornalero en una finca ubicada en la frontera venezolana.

'Una madrugada llegaron varios hombres y mujeres con armas y brazaletes de las Farc, me sacaron de la casa cogiendo camino por la selva', comentó. Durante dos años, Joaco* estuvo en poder de esta organización, hasta que cansado, tomó la decisión de fugarse.

'No soportaba una semana más de maltratos y la tortura de prestar guardia con un armamento pesado al pecho, tenía solo 17 años y ya me sentía cansado y viejo, la guerrilla me estaba robando la juventud, por eso esperé que todos se durmieran y empecé a alejarme del campamento, tomando como guía la misma selva donde estuve este tiempo como combatiente', precisó.

Dijo que cuando empezó a salir el sol, se percató que había avanzado lo suficiente, pidió ayuda a una persona que lo acompañó hasta Valledupar, donde se entregó a los militares.

Es un acuerdo histórico:

La Unicef celebró el 'histórico' acuerdo alcanzado entre el Gobierno de Colombia y las FARC para la salida de los niños menores de 15 años de los campamentos del grupo guerrillero. 'Este es un histórico momento para los niños de Colombia', dijo en un comunicado el representante de Unicef en Colombia, Roberto de Bernardi, quien destacó que la agencia está lista para apoyar a los niños en su liberación y reintegración a sus familias y comunidades. Según un reciente informe de Unicef, entre 2013 y 2015 el número de niños muertos o heridos por la explosión de minas antipersona y otros materiales de guerra se ha reducido a la mitad, mientras que el número de menores desplazados se ha reducido en un 40%.