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Les escribo porque desde septiembre del 2012, de manera macabra alguien abrió una cuenta de twitter con mi nombre y desde allí ataca con injurias a mi padre. Dolido en mí ser, denuncié a los entes competentes aquel delito. Hoy, ante el momento de dificultad que sufre mi familia y atendiendo el deber que me corresponde como hijo tuve dos opciones: hacer o no hacer. Decidí hacer, para honrar la confianza que el pueblo guajiro le brindó a un hombre que es ejemplo y líder de su familia.

¿Quién soy?

Soy originario de Barrancas con ascendencia riohachera, tan guajiro como el rio Ranchería y humilde como mis ancestros wayuu. Soy Caribe, mis estudios universitarios y la especialización los cursé en Barranquilla. Me declaro hijo adoptivo de la capital del país, porque en Bogotá: “Volví a nacer”, Dios como ser supremo iluminó a los médicos para que me devolvieran a la vida luego de extírparme un tumor cerebral.

Vivo orgulloso de mi historia familiar porque mi bisabuelo Mario Catalino Gómez Mengual, fue Coronel de la guerra de los mil días en la Guajira, representando los valores liberales. Mi bisabuelo Luis Loreto Cerchar, hombre digno de confianza a tal punto que tuvo cinco designaciones de alcalde del municipio de Barrancas por el partido Liberal. Nieto de Alfonso Gómez, ejemplo de un arduo trabajador del campo y por su seriedad, dos veces alcalde designado del municipio de Barrancas. Soy sobrino nieto del Mayor General, Fernando Gómez a quien le debo el honor de llevar su nombre. El mismo que fue despedido con honores un primero de septiembre, en la Escuela Militar de Cadetes “José María Córdoba”. Soy un hijo de Juan Francisco “Kiko” Gómez Cerchar, hombre de trabajo, campesino, sensible a la realidad de sus coterráneos, lo que le permitió iniciar su vida política como concejal de Barrancas, posteriormente dos veces alcalde de este mismo municipio por elección popular y hoy en día el Gobernador de La Guajira. Ni él ni yo podemos ser inferiores a nuestros ancestros que sirvieron honradamente al país y respetaron las instituciones.

En el último mes los medios de comunicación han mostrado un “Kiko” que no existe. Doy fe, en 28 años de convivencia, mi papá, Juan Francisco Gómez Cerchar ha sido un hijo ejemplar. Yolanda Cerchar, mi abuela, lo puede testificar pues ella ha sido su guía espiritual. Como esposo ha sido un excelente compañero que se apoya en una gran mujer, mi madre, Bibiana Bacci, su complemento. Como padre ha sido mi motivador, a quien agradezco mi formación no solo profesional sino moral y conductual, transmitiéndome el amor a Dios, a la familia y a mí como persona. Sus amigos afirman que es respetuoso, conciliador, como todo wayuu, hombre de palabra y de paz; desbordante en carisma y con un inmenso amor por el folclor.

Como buen líder, siempre ha estado donde mis paisanos lo han necesitado. Ni el tiempo, ni la familia han sido excusa para menguar en el servicio al pueblo guajiro. Esta realidad fue constatada en el 2011 en donde a pesar de toda una maquinaria política en contra, logró ser elegido Gobernador con la mayor votación de la historia en La Guajira.

Los hijos somos el espejo y la proyección de los padres. En estos dos últimos años he observado y acompañado a mí papá, en el reto de estar al frente de las necesidades del Departamento y me ha llenado de orgullo ver cómo ha colocado el interés general por encima de todo. Si, esto no han sido rumores, sino realidades.

En mi corazón no cabe el rencor, solo me embarga una infinita tristeza por el daño causado a mis paisanos y a mi familia por la desinformación que ha fluido por una sola vertiente. A usted señor Gonzalo Guillen, le pido una cosa conózcanos. Somos gente buena, de paz, visite La Guajira y personalmente lo llevaré a dialogar con la Junta Mayor de Palabreros, máxima representación de la gran nación wayuu, residentes históricos de la Alta y Media Guajira. Estoy abierto al diálogo constructivo, porque como colombiano, acato y me rijo por los principios fundamentales de nuestra Constitución que representa el estado social de derecho de la República de Colombia.

Con eterno respeto,

Fernando Gómez Bacci

recogomez@hotmail.com