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Dos patrulleras fluviales hechas en Colombia están listas en los astilleros de la Armada Nacional en Cartagena y hacen parte de 4 que se vendieron a las Fuerzas Armadas del Brasil.

Este es un éxito de la industria y la ingeniería naval colombiana y de la Corporación de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo de la Industria Naval, Marítima y Fluvial (Cotecmar).

Las dos primeras naves serán entregadas en un mes, en la población de Manaos (Brasil). El gobierno brasilero pagó 8 millones de dólares por la compra de las patrulleras. Se construyeron en 15 meses y 150 personas participaron en el diseño y construcción. Se generaron unos 300 empleos indirectos.

Ahora viene un proceso de capacitación de parte de la Armada de Colombia a la de Brasil para su manejo. Estas dos primeras patrulleras son para el Ejército brasileño y las que restan, que se entregarán en diciembre, fueron adquiridas para la marina de ese país.

El almirante Luis Alberto Ordóñez, presidente de Cotecmar, dijo que era una inmensa satisfacción para la Armada, Cotecmar y el país ingresar a un mercado como el de la construcción de naves de este tipo, al que es casi imposible de llegar y, sobre todo, con tecnología apropiada y generando empleo y prestigio internacional.

La Armada dijo que la venta significa un reconocimiento al trabajo de investigación y desarrollo tecnológico que viene adelantando el astillero colombiano, 'convirtiéndose en una nueva puerta internacional para potenciales clientes y mercados (entre ellos Trinidad y Tobago, Paraguay y Ecuador), desde ya interesados en los diversos productos que ofrece Cotecmar'.

Las LPR-40 son embarcaciones rápidas (gracias a su sistema jetpump) de 12,7 metros de longitud por 2,8 de manga, con velocidades de hasta 32 nudos, completamente blindadas y armadas con hasta cuatro estaciones para ametralladoras Browning M-2HB-QCB de 12,7 mm y U.S Ordnance M-60 de 7.62 m, y con la capacidad de transportar hasta 8 infantes y una tripulación de seis hombres.