Como tratándose del presentador de la octava maravilla del mundo, Edward Benavides Meriño explicaba a los visitantes de Mapuka qué es la titanoboa cerrejonensis.
El guía, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad del Norte, llevaba varios meses preparándose para enseñar a los visitantes la serpiente más grande del mundo. Ayer por fin pudo hacerlo, ante la mirada atenta de las 282 personas, según datos del museo, que pasaron a ver al enorme reptil.
En la muestra, además de una réplica fabricada en resina, se pueden apreciar, en una urna de cristal, un par de vértebras del animal que habitó en la Guajira hace 60 y 58 millones de años, en el paleoceno.
'Cuando veo una serpiente como esta lo primero en lo que pienso es como era el mundo tan macro con estas especies tan gigantescas', manifestó Juan Baena, uno de los visitantes, al salir del Museo Arqueológico de Pueblos Karib. Además agregó que 'estos hallazgos lo ponen a pensar a uno sobre su extinción, porque, al igual que los dinosaurios, estas especies desaparecieron y aún no sabemos a ciencia cierta que pasó'.
'Menos mal está extinta porque una serpiente así causaría mucho pánico', expresó Jaime Morales, estudiante de Ingeniería Mecánica.
La inmensidad de la Titanoboa, que mide 13 metros de longitud, también impactó a Stephanie Pertuz. La estudiante de Relaciones Internacionales expresó su miedo por 'las culebras' pero dijo que 'valía la pena dejar a un lado el temor y venir a ver algo tan impresionante'.
Sobre la importancia de una exposición como esta, Pertuz acotó que 'nos permiten conocer más sobre nuestro pasado, los cambios que ha sufrido el planeta y entender cómo nos puede afectar el cambio climático'.
La Titanoboa estará exhibida hasta el 19 de octubre. Los horarios de visita son entre 9 a.m. y 5 p.m. de lunes a viernes y, de 9 a.m. a 12 m., los sábados. Las boletas tienen un costo de $9.000 para adultos y $7.000 para niños.
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