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Un adolescente de 13 años murió el sábado en Brasil tras ahorcarse después de realizar un desafío en un juego por internet, en un incidente transmitido por la cámara de su ordenador que fue contemplado por tres amigos, informó hoy la Policía.

El hecho ocurrió en la noche del sábado en Sao Vicente, municipio en el litoral del estado de Sao Paulo (sudeste), donde el joven se encerró en su cuarto para jugar on line con sus amigos.

Al aceptar un desafío propuesto por el juego para suspender la respiración y reducir el flujo de sangre que llega hasta el cerebro por algunos segundos, Gustavo Ribeiros Detter, un estudiante de secundaria, se colgó en una horca que improvisó en su habitación con una cuerda.

Sus amigos, tras percibir que el juego había pasado de los límites, alertaron por redes sociales a una prima del menor que estaba en una habitación vecina.

El chico fue encontrado por sus familiares con la cuerda en el cuello y alcanzó a ser rescatado con vida y conducido a un hospital de Sao Vicente, pero no resistió a los minutos en que su cerebro se quedó sin oxigenación y murió 24 horas después del incidente, en la noche del domingo.

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Un tío de la víctima relató a la Policía que revisó el histórico de juegos por Internet de su sobrino así como los mensajes que intercambiaba con sus amigos y concluyó que, al parecer, no fue la primera vez que el menor aceptó el desafío mortal.

Algunas escuelas brasileñas alertaron hace algunos meses sobre una práctica peligrosa entre adolescentes vinculada a un desafío por Internet conocido como ‘juego del desmayo’ o Choking game.

En la época fueron publicados diversos videos en Internet en que se apreciaba a jóvenes apretando con fuerza el pecho de colegas para impedirles respirar por algunos segundos e inducirles un desmayo.

¿Qué deben hacer los padres?

Luz María Palis, psicóloga de familia, cuenta que, para ella, los padres de familia no han tomado conciencia de los peligros del acceso a Internet y redes sociales de los hijos. Menciona que cada vez más están colocando a edades tempranas celulares, tabletas y computadores, por lo cual, se convierten en un 'arma de doble filo'.

'Un joven puede tener cualquier cantidad de perfiles en redes sociales, para interactuar y tener información con diferentes perfiles. Es como si tuvieran varias personalidades.

Esta generación por la soledad, por la ausencia del calor de hogar, vive un mundo virtual, un mundo fuera de la realidad'.

Para la experta, los controles parentales son insuficientes para conocer con quién y a qué tipo de información acceden los hijos.

'Los jóvenes por otro lado están en función de cómo se ven, de cuántos likes tienen, de que los aprueben, es como si estuvieran gritándole a sus padres: ¡Hey, aquí estoy!'.

Palis afirma que los padres solo se 'pellizcan' cuando ocurren casos como este, 'pero el día a día, el activismo laboral los absorbe.

Y cuando van a hablar es para sentar cátedra, cantaletear, pero no asumen la responsabilidad de estar allí, de acompañar, dialogar'.

Es por esto que es tan importante la comunicación con los hijos, para saber qué hacen, con quienes comparten y cuáles sus necesidades. Y sobre todo, no permitir que tan pequeños utilicen los equipos tecnológicos y la Internet con libertad, siempre deben estar al cuidado de un adulto.