Para los coterráneos de Gabo, volver a tener en las calles de Aracataca al hijo más ilustre del pueblo fue un viaje de ensueño. Sucedió en 2007. El calendario contaba 24 años de ausencia del escritor, que tiempo atrás había encontrado allí su cuna de inspiración para escribir su novela más conocida y que lo llevó a consagrarse como un maestro de la literatura, 'Cien años de Soledad'.
El 30 de mayo se cumplen 7 años de aquella visita en la que, engalanado con un traje blanco, Gabriel García Márquez paseó durante tres horas a bordo del ‘Tren amarillo de Macondo’ desde Santa Marta hasta su lugar de nacimiento, en compañía de su esposa Mercedes Barcha y sus amigos, entre ellos el legendario compositor vallenato Rafael Escalona.
Con este recorrido, la Gobernación del Magdalena pretendía iniciar la ‘Ruta de Macondo’, un proyecto que finalmente nunca se materializó. La iniciativa buscaba que la maquinaria de la estación del tren cataquero despertara su silbato y volviera su mirada a la Casa-Museo y a todos los lugares mágicos que el periodista ilustraba en sus escritos.
Gabo partió a bordo del tren desde la Sociedad Portuaria y pudo vérsele pasar por las extensas plantaciones de banano y caseríos,de donde salían centenares de personas que querían tener por lo menos un vistazo del escritor colombiano más memorable de todos los tiempos.
Desde el 10 de Diciembre de 1983, García Márquez no visitaba su tierra natal.
El tren fue decorado con una fotografía de Gabito ilustrada con mariposas amarillas y una bandera colombiana.
Al llegar a su destino mágico, montó junto a Mercedes, en un carruaje típico. Los niños se aglomeraron alrededor del transporte, lanzaron globos amarillos y lograron autógrafos de quien hoy es considerado un genio literato.
El entonces alcalde de Aracataca Pedro Sánchez, dijo en su momento: 'El pueblo está de fiesta. Aracataca recibe al hijo más importante que ha sido parido aquí, como lo es nuestro paisano García Márquez'.
En el primero de los tres volúmenes de su autobiografía ‘Vivir para contarla’, el nobel escribió: 'cada río tenía su pueblo y su puente de hierro por donde el tren pasaba dando alaridos, y las muchachas que se bañaban en las aguas heladas saltaban como sábalos a su paso para turbar a los viajeros con sus tetas fugaces'.
En 2007 García Márquez cumplió 80 años de vida y ‘Cien años de soledad’ 40 de haber sido publicada, una remebranza que siempre se incará al amo y señor del realismo mágico.
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