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George Martin, el productor de los Beatles, falleció a sus 90 años, según confirmó ayer su agencia de representación. Martin, quien fue llamado el quinto Beatle, dirigió discretamente la veloz e histórica transformación de la banda de un grupo de club a revolucionarios culturales.

'Martin falleció tranquilamente en su casa el martes por la noche', dijo el mánager Adam Sharp. Las reacciones de esta noticia no se hicieron esperar y uno de los que se pronunció al respecto fue Paul McCartney, quien describió al productor como un verdadero caballero y como un segundo padre. Martin era demasiado modesto como para llamarse a sí mismo el 'quinto Beatle', pero McCartney no dudó en afirmar que si alguien se ganó ese título, ese fue George.

'El mundo ha perdido a un hombre verdaderamente maravilloso que dejó una marca indeleble en mi alma y en la historia de la música británica', dijo.

Ringo Starr, baterista de los Beatles, expresó un mensaje de despedida a través de Twitter. 'Dios bendiga a George Martin. Paz y amor para Judy y su familia, con amor, Ringo y Bárbara', publicó.

El músico Elton John también publicó un mensaje en su cuenta de Instagram. 'Muy triste de escuchar sobre Sir George. Es el fin de una era maravillosa. Tuve el privilegio de conocerlo como amigo y de trabajar con él como artista. Era un hombre encantador, brillante. No volveremos a ver nada igual'.

'En una era en la que las palabras ‘leyenda’ e ‘ícono’ se usan con demasiada frecuencia, existe una ‘verdadera leyenda e ícono’ menos en el mundo. George Martin impactó la música con contribuciones que nos sobrevivirán a todos. Sir George, te damos las gracias', publicó la banda de rock de Bon Jovi en su cuenta oficial de Facebook.

Impacto en la cultura pop

Su logro más obvio y perdurable, aunque no fueron los únicos músicos a los que representó, fueron los Beatles. Firmó a John, Paul, George y Ringo a comienzos de la década de 1960 y los transformó en el legendario Cuarteto de Liverpool.

Martin produjo algunos de los álbumes más populares e influyentes de los tiempos modernos, como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band, Revolver, Rubber Soul o Abbey Road, elevando los LP’s de rock de un modo de hacer dinero con sencillos exitosos a formas de arte que llegaron a todos los continentes.

Su relación con los artistas también fue innovadora, porque estos empezaron a tener más poder que su productor, al componer su propio material en una época en que esto era raro, mientras él transformaba su visión en éxitos de ventas.

Compusieron docenas de clásicos, desde She Loves You hasta Hey Jude, y convirtieron el estudio en un mundo fantástico de grabaciones al revés y multipista, de ritmos impredecibles, transiciones ininteligibles y montajes caleidoscópicos. Nunca más el rock volvería a ser definido como canciones de amor de dos minutos o arreglos de guitarra, bajo y batería.

'Una vez que pasamos la fase inocente, las primeras grabaciones, y quisieron hacer algo más aventurero, me dijeron: ¿qué puedes darnos? Y les dije: puedo darles lo que quieran', dijo Martin a The Associated Press en el 2002.

Además de los Beatles, Martin trabajó con Jeff Beck, Elton John, Celine Dion y en varios discos en solitario de Paul McCartney. En la década de 1960, produjo éxitos de Cilla Black, Gerry and the Pacemakers y Billy J. Kramer and the Dakotas, y durante 37 semanas consecutivas en 1963 alguna de sus grabaciones estuvo en la cima de las listas de popularidad de Gran Bretaña.

También se le atribuye que las películas de acción no tenían canciones súper populares hasta la década de 1960, año en que Martin ayudó a producir Goldfinger, de Shirley Bassey, en 1964, y luego Live and Let Die, de McCartney, en 1971.

Toda esta trayectoria musical y vital se resumen en la frase de Martin: 'La música ha sido mi vida entera' que escribió en sus memorias, All You Need is Ears, publicadas en 1980.

En los Óscar y los Grammy

Sus propios talentos fueron debidamente reconocidos. Fue nominado a un Óscar por producir la banda Sonora de ‘A Hard Day’s Night’, de los Beatles, ganó seis premios Grammy y en 1999 fue incorporado al Salón de la Fama del Rock and Roll. Tres años antes, la reina Isabel II lo nombró Caballero.