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El consumo de alimentos propios de la dieta mediterránea puede reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de mama hasta en un 30 por ciento, según ha demostrado, por primera vez, una investigación científica española.

Esa es una de las principales conclusiones del estudio coordinado por la investigadora del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, Marina Pollán, publicado en agosto en la revista científica British Journal of Cancer.

Realizado sobre más de 2.000 mujeres, el estudio revela que el consumo de alimentos típicos de la dieta mediterránea, como pescado, vegetales, legumbres, frutas y aceite de oliva, muestra 'un claro efecto protector' ante un subtipo de tumor, el triple negativo, que generalmente es más agresivo.

Pollán explicó que según la investigación, la llamada dieta occidental –productos grasos, carne procesada, dulces y bebidas calóricas– es la más perjudicial a la hora de desarrollar cáncer de mama.

'Los resultados han demostrado que el riesgo de padecer cáncer de mama aumenta con la dieta occidental, mientras que se reduce en el caso de la dieta mediterránea', explicó Pollán.

La doctora Ana María Crespo, coordinadora de la Liga Contra el Cáncer seccional Atlántico, explicó cómo puede llevarse este tipo de alimentación sana en la región. 'Se recomiendan las grasas vegetales no saturadas, como el aceite de girasol. También el consumo de verduras, de preferencia crudas y con cascara ya que así se conservan más los nutrientes', manifestó la profesional de la salud.

Crespo aconsejó un consumo diario de verduras con alto contenido de fibra, tales como la calabacita, los diferentes tipos de pimentones y el tomate. En cuanto a frutas, aseguró que la guanábana aporta gran cantidad de antioxidantes, los cuales resultan benéficos para la prevención del cáncer. 'El consumo de frutas y verduras aporta antioxidantes, estos pueden encontrarse en todas las frutas de temporada'.

De igual forma la doctora recomienda todos los pescados magros, de carne blanca, que se encuentran disponibles en la región. Así mismo aconseja el consumo moderado de atún enlatado ya que 'aumentaría el riesgo de cáncer, porque contiene sustancias nocivas. También las sopas instantáneas, y los cubos sazonadores se deben evitar; es recomendable cocinar con especias naturales como el orégano, la pimienta y el comino', aclaró.

La doctora advierte del abuso de los azucares refinados, embutidos y productos madurados, ya que su consumo excesivo aumenta el riesgo de cáncer de mama.

Entre 2012 y 2014, aproximadamente 8.686 mujeres fueron diagnosticadas con este tipo de cáncer en el país según información de Globocan, agencia internacional que realiza estudios sobre cáncer de seno.