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La ciudad de Grenoble popularmente conocida como la capital de los Alpes franceses, además de tener un pintoresco paisaje ahora cuenta con un proyecto cultural que la ha llevado a estar en las portadas de diferentes diarios parisinos, por haber instalado en sus calles máquinas que sirven como dispensadores de literatura.

El proyecto busca que sus habitantes sepan aprovechar mejor su tiempo de ocio al esperar en los lugares públicos, para alejar el hábito de estar sacando sus dispositivos móviles a cada instante y puedan estar dispuestos a usar estos dispensadores de relatos.

'La idea nos vino al fijarnos en una máquina dispensadora de chocolatinas y latas de bebida. Nos preguntamos si no sería posible hacer los mismo con máquinas que ofrecieran algo de buena literatura para ocupar los tiempos de espera', dijo Christophe Sibieude, cofundador de la compañía que se encarga de distribuir este servicio.

El servicio es totalmente gratis y cada usuario elige que cantidad de lectura desea basado en el tiempo que disponga. El formato de tres minutos tiene 8 cm de ancho y 60 cm de largo y, las historias de cinco minutos, el doble.

Inicialmente estarán funcionando 8 máquinas que estarán distribuidas por toda la ciudad en lugares como el ayuntamiento, oficina de turismo, bibliotecas y centro sociales.

Los distribuidores tienen un metro de alto, son de color naranja con negro. Esta iniciativa fue entre el alcalde de Grenoble y la empresa Short Edition.