Avanza restauración de 59,2 hectáreas en Ciénaga de La Virgen
Cardique informó que hay problemas como taponamiento, relleno y pérdida de áreas.
Arrancó el proceso de restauración ecológica en 59.2 hectáreas localizadas en la Ciénaga de La Virgen, en territorio de Tierra Baja, vereda del corregimiento de La Boquilla.
El director de Cardique, Ángelo Bacci Hernández, precisó que los trabajos se concentran en un sector aledaño a este cuerpo de agua donde se ha evidenciado el deterioro paulatino de los ecosistemas de manglar y un alto crecimiento poblacional.
Esta intervención –explicó- se proyectó en coordinación interinstitucional con las entidades que hacen parte del Ecobloque, con el objetivo de garantizar la vigilancia, control y éxito de las actividades que desarrolla Cardique.
Explicó que debido a estas dos problemáticas que se han ido incrementando dramáticamente en los últimos 5 años, hoy se observa una invasión del territorio y una disminución progresiva de este tipo de coberturas en el cuerpo de agua, mediante rellenos del área que, además, se ha adecuado para construcciones de todo tipo.
A ello se agrega el taponamiento del sistema hidrodinámico, lo cual ocasiona una pérdida de áreas que pueden considerarse como ecosistemas estratégicos.
Bacci dijo que este proceso de apropiación ilícita comienza con la delimitación de lotes con palos, alambres y cualquier material que sirva para establecer límites y restricciones de acceso. “Posteriormente, de manera organizada, realizan rellenos con escombro, zahorra y otros residuos de manera estratégica en puntos donde circulan fuentes hídricas, que surten de agua a la ciénaga”, precisó.
De manera adicional, las especies de manglar son taladas progresivamente o se secan en el terreno, por lo que se busca es recuperar un ecosistema degradado, y que este sea auto sostenible y proporcione condiciones adecuadas para la conservación de especies.
Tatiana Briñez, representante legal de la firma contratista UT Restauración Ecológica Manglar 2020, informó que se han adelantado trabajos, teniendo en cuenta a la mano de obra de la comunidad, generando sentido de pertenencia en la conservación del ecosistema.
El proceso incluye la siembra y la construcción de canales para llevar agua a las zonas secas.
