Negar o invalidar los sentimientos de tristeza, de ansiedad o el malestar emocional de los demás no los resolverá por sí solos. Insisten los expertos en que padres, educadores y amigos entrenemos la escucha activa y empática para estar más atentos a las señales que nos envían quienes cruzan su propio desierto. No tienen por qué hacerlo solos. Nadie debería arriesgarse, so pena de quedarse atascado. La discusión está abierta. Los jóvenes necesitan y merecen ser escuchados.
Editoriales
Donde más se destacan las empresas barranquilleras es en la ejecución de inversiones con el 32,3 %, frente al 25,2 % del 2022. Y en el caso de las exportaciones, mientras que el promedio del país es del 5,5 %, en la ciudad el 8,6 % dice haber vendido su producción y servicios al exterior. De acuerdo con el reporte de la Cámara de Comercio, Barranquilla aumentó en 2023 a 695 el número de empresas exportadoras.
Quienes desde distintas orillas aplauden la resolución de los congresistas comparten sus motivaciones para hundir la iniciativa. También confían en que se encuentren puntos en común para volver a barajar las cartas en torno a un nuevo proyecto que incorpore todas las visiones posibles, sin imposiciones ni ultimátums. La provocadora sentencia del jefe de Estado al Congreso, en su acostumbrado tono confrontacional, en la que hace afirmaciones temerarias sobre las actuaciones que emprenderá si se hunde definitivamente la reforma, en tanto lo señala con dedo acusador, no es conducente a ninguna parte. Menos a un necesario consenso. Por el contrario, solo le corrobora al país la estrategia petrista de etiquetar como enemigos de la salud de los más pobres a quienes decidieron cuestionar el modelo que, a su juicio, es el único válido.
Es un proyecto que le viene bien a la ciudad, pero sobre todo a una de las localidades más golpeadas por la inseguridad y por la pobreza y que concentra gran parte de la historia y las tradiciones de Barranquilla. El arroyo de Rebolo le ha cargado un enorme estigma al barrio que lleva su mismo nombre y a los otros tres que son testigos inevitables de todas las tragedias que ha causado, pero que ahora merecen ser testigos de la transformación que promete.
No existe ningún subterfugio ni coartada que descargue de culpa a quienes se lucraron del infortunio de las comunidades de La Guajira que padecen lo indecible, hasta la muerte de sus seres más amados, por la falta de agua potable. Quienes lo hacen y, lamentablemente, así ha sido de manera recurrente durante décadas, no tienen perdón de Dios, pero tampoco lo deben tener de la justicia humana. Carrillo quien habla con la claridad esperada sobre el desdoro en el que ha caído la entidad que ahora preside debe trasladar sin falta a la Procuraduría, Contraloría y Fiscalía, sus hallazgos, que no deben ser pocos. Y a los organismos de control que no les tiemble el pulso para con celeridad y eficacia producir los resultados que el país demanda por este caso.
Pese a los llamados de la ONU y de sus agencias, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Unicef, que anticipan desgracias aún peores al advertir que el 80 % de las personas en riesgo de morir de inanición de todo el mundo se concentran en Gaza, Israel no accede a levantar los férreos bloqueos impuestos al ingreso de ayuda humanitaria por los pasos terrestres, como el de Rafah, frontera con Egipto. Ante la imposibilidad de entregar asistencia inmediata, continua y segura en toda la Franja, el hambre se extiende sin piedad, ensañándose con los más vulnerables.