La política del estímulo ha sido la apuesta educativa nacional. “Si el plantel logra cumplir sus metas, desde el vigilante hasta el rector tendrán un salario adicional”, dice la ministra Gina Parody en el sitio web de esa cartera. Y hoy se pueden ver los resultados de esa política para Barranquilla: tres de sus colegios públicos se ubicaron en el primer puesto nacional de sus respectivas categorías.
Se trata de la segunda medición Índice Sintético de Calidad Educativa (ISCE), y no solo acoge los resultados de las Pruebas Saber 3, 5, 9 y 11, sino indicadores como progreso, eficiencia, desempeño y ambiente escolar. El viernes, el presidente Santos exaltó el Instituto Alexander Von Humboldt como el mejor colegio público del país en la categoría media (grados décimo y once). Ayer, cuando se publicó el listado completo, apareció el colegio Jorge Nicolás Abello como el mejor público en la categoría secundaria, y el Instituto Técnico de Comercio de B/quilla como mejor público en primaria. Estas dos instituciones son dirigidas por unas hermanas gemelas que han dedicado sus vidas a la educación. En resumen, B/quilla ocupó el primer lugar en calidad de colegios públicos del país, en cada categoría: primaria, secundaria y media.
Estos logros marcan un punto de inflexión en el sector educativo para Barranquilla. A los ejemplares casos de la Humboldt, la Institución Educativa Nueva Granada y el Instituto Experimental José Celestino Mutis, se suman los logros de estos dos colegios, lo que evidencia que cualquier institución que cuente con una dirección acertada, compromiso de su comunidad académica y apoyo gubernamental puede dar pasos agigantados en mejora educativa.
Reconocimiento que también le corresponde a El Socorro, de Malambo, calificado como el mejor privado en la categoría de secundaria. Además, el Boston International y el Colegio Hebreo Unión también lograron un lugar en el top 10 del país.
Ante este logro, el reto que viene es enorme. Ya se llegó a un nivel de excelencia y se demostró que es posible. Ahora viene el desafío de mantener ese estatus en las instituciones que se encumbraron a la cima de los listados. Además, la tarea comprenderá irradiar esa experiencia, compartir las prácticas exitosas y desarrollar programas para adaptarlos de acuerdo con las particularidades de cada institución.
Desde la primera administración del alcalde Alejandro Char se invirtieron $250 mil millones en mejoramiento de infraestructura educativa, capacitación de docentes, bilingüismo y otros programas. En la administración de Elsa Noguera se invirtieron $112.277 millones en 51 instituciones.
Ahora, cuando se ven los primeros frutos en calidad, es hora de mostrar ambición en las metas, apostarle a mantener los primeros lugares y acompañar la política del estímulo con el fortalecimiento de los programas de primera infancia, con el objetivo de que los estándares de calidad se persigan sin fatiga desde el comienzo de la cadena formativa. No hay mejor momento para dar el salto en busca de la excelencia educativa estructural.