A través de una máquina desfibradora, creada por una alianza de innovación colaborativa del programa AtlántiCOcrea, la industria textil busca eliminar el desecho que generaban los procesos de producción de hilos y telas. La idea surgió de la Compañía Nacional de Textiles (Contex), una empresa dedicada a la fabricación y comercialización de productos para el hogar como hamacas, toallas, sobrecamas y piolas de madera, que en su proceso de producción generan un 10% de desperdicio, equivalentes a 12 toneladas mensuales, las cuales eran acumuladas en bodegas o terminaban en los rellenos sanitarios de la ciudad. Situación que afecta en gran medida el medio ambiente.
Erlinda Geraldino, gerente administrativa de Contex, explica que esta problemática se presenta en todas las empresas textiles del departamento, pues, en la costa atlántica no existía un sistema de recuperación de fibras, fue allí cuando se les ocurrió crear una maquina desfibradora que se encargara de recuperar todo el desperdicio y convertirlo en un hilo funcional.
Para el desarrollo de éste hilo ecológico la Compañía Nacional de Textiles generó una alianza con el Centro de Transferencia de Conocimiento e Innovación - CienTech, quién a través del grupo de investigación ECODESARROLLO de la Universidad Autónoma del Caribe, ocupó el rol de generador de conocimiento en el proyecto.; Bico Industries, que fueron los encargados de entregar los textiles para empezar a hacer las pruebas y para desarrollar la materia prima; y Telary Home, quiénes son los encargados de la comercialización de los productos textiles creados por los artesanos haciendo uso del hilo ecológico.
La PhD. Astrid Barrios del grupo de investigación Ecodesarrollo de la Universidad Autónoma del Caribe, Asevera que. 'El Hilo reciclado es una oportunidad de crear un producto ecoinnovador, con características diferenciadas en su composición y procesos en las empresas del sector textil e industria creativas y culturales. Es un proyecto que por su naturaleza en la innovación colaborativa, tributa de forma directa a preservar la tradición inicialmente a las tejedoras y tejedores en la Región del Caribe Colombiano.
La Ingeniera Marcela Figueredo, jefe de producción y logística de la empresa Contex, manifiesta 'Somos el vivo ejemplo de que se puede trabajar con el estado sin ninguna clase de palanca, porque es la primera vez que trabajamos en la convocatoria, es la primera vez que desarrollamos un proyecto de innovación colaborativa, pero gracias a las capacitaciones encontramos un norte para el proyecto de tal manera que hoy estamos presentando la cultura a través de nuestros artesanos'.
El proceso de desarrollo del proyecto constó de cinco etapas: la primera fue el diseño de la estructura de la máquina, la segunda fue la creación física de la máquina, la tercera era la creación del hilo que constaba de una verificación de la máquina que se estaba creando para saber si realmente era capaz de transformar esos desechos en producto útil, la cuarta etapa consistía en involucrar artesanos en la creación de los productos usando el hilo reciclado, y finalmente la quinta etapa era la comercialización de dichos productos, etapa en la que aún se encuentra trabajando el proyecto.