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En un nido de roedores y murciélagos quedó convertido el Palacio Municipal de Candelaria, población situada al sur del departamento del Atlántico.

El edificio, que fue construido en 2007 con recursos del Gobierno Nacional, hoy se encuentra hecho ruinas. Carece de puertas, ventanas, cielo raso, baterías sanitarias, lámparas, instalación eléctrica, en conclusión es una obra que por sus condiciones no puede funcionar, ni cumple el objetivo para la cual fue cimentada.

La maleza ha invadido gran parte del predio, lo cual hace referencia al abandono que sufre este lugar que iba a ser la sede de la Alcaldía, pero que jamás fue utilizado para tal fin. Una paredilla adyacente a otra construcción (casa) es inestable y está a punto de caerse. En los espacios de las oficinas hay excremento de perro y otros animales.

Esta sede, convertida hoy en un 'elefante blanco' según la comunidad, fue ejecutada con recursos del Gobierno a través del Ministerio del Interior, que para la época asignó al municipio $544 millones, inicialmente, y para ello celebraron un contrato de obra con la firma Asoatlántico, con un término de ejecución de cuatro meses. Adicionándole $236 millones, es decir que contó con una inversión total de $780 millones.