La comunidad académica de dos colegios, los trabajadores de dos canteras y algunos usuarios de la Vía al Mar rechazaron el cierre de cuatro retornos en esta carretera concesionada. Declararon sentirse encerrados desde el pasado viernes cuando iniciaron las obras sobre el separador de las calzadas.
Los principales afectados por este hecho son las comunidades educativas de los colegios Altamira International School y el Cristiano J. Vender Murphy, y los empleados de dos canteras en Puerto Colombia, quienes antes podían desviar por la prolongación de la carrera 51B para evitar el cobro de peaje.
Precisamente el rector de la institución J. Vender Murphy, Samuel Gómez, alzó su voz de protesta al sostener que ahora los padres de familia y docentes se ven obligados a pagar $4.700 cada vez que pasen por el peaje de la zona para dejar y recoger a los alumnos.
'Es un tema que nos afecta logística y económicamente. Entiendo que el acceso no pueda hacerse directo por temas de seguridad. Pero para salir de aquí, la única forma es pagando peaje, en el que un padre se gastaría $200.000 mensuales', manifestó el directivo.
Silvana Pérez, acudiente en esta institución educativa, coincidió con el rector por los gastos que demanda para los padres de familia el cierre del retorno que queda justo a la salida del colegio.
'Nos vemos muy afectados, porque diariamente tenemos que traer a nuestros hijos, lo que se nos incrementa un valor exagerado mensualmente en nuestro presupuesto. Nos parece injusta esta situación. El retorno más cercano está a 10 kilómetros, por lo que aumentan los gastos en gasolina y en peaje', explicó Pérez.
Por su parte, los conductores de volquetas de la cantera situada en el kilómetro 10 dejaron sus vehículos estacionados por no tener la cantidad de dinero suficiente exigido en el peaje Papiros, donde les cobran $61.800 por viaje.
'Antes hacíamos de cuatro a cinco viajes, pero ahora no hemos hecho ni uno, porque no hay plata', señaló Luis Nieves, quien maneja uno de estos vehículos.
Por seguridad vial
El cierre de estos retornos a nivel está incluido en los trabajos de ampliación de la Vía al Mar, entre Puerto Colombia y Barranquilla, y ejecutados por la Concesión Costera Cartagena Barranquilla S.A.S.
El gerente de la Concesión, Miguel Acosta, justificó la eliminación de los retornos precisamente por cuidar la integridad de las personas que se transportan por este sector.
'Fue necesario por seguridad vial iniciar el cierre de estos separadores. Estos cruces son completamente inconvenientes desde el punto de vista de seguridad', dijo Acosta.
Asimismo, recomendó a las autoridades de las escuelas involucradas 'hacer una gestión adicional ante la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) para mirar algún tipo de tratamiento especial'.
Finalmente, Miguel Acosta recordó que los cruces son reemplazados por los puentes vehiculares de Salgar y Puerto Colombia. Y el retorno que aún sigue abierto, al frente del colegio Berckley School, será cerrado al finalizar el segundo semestre, cuando entre en funcionamiento el puente de la Circunvalar de la Prosperidad.