Familiares, dirigentes políticos y amigos le dieron ayer el último adiós en una sentida ceremonia, que ofició monseñor Víctor Tamayo, en la que el mandatario destacó que su padre fue su 'máxima inspiración', porque le enseñó la disciplina, el amor por Barranquilla y por la Región Caribe.
Según el gobernador, también les inculcó el amor por la música clásica, la que escuchó hasta el último instante. Ante los asistentes, relató que la noche de su fallecimiento (su padre) estuvo escuchando un bolero ‘Desvelo de amor’, de Rafael Hernández, que en uno de sus apartes dice: 'sufro mucho tu ausencia, yo no puedo vivir si a mi lado no estás, dicen que soy cobarde, que tengo miedo de perderte'.
El siguiente es el texto completo del discurso pronunciado por el gobernador Verano en la misa de cenizas por la muerte de su padre, Eduardo Verano Prieto:
El amor de padre y madre es el primero.
Orgulloso de compartir con ustedes.
Muere Eduardo Verano Prieto, tranquilo tal como vivió.
Por delegación de mis hermanas Patricia, Elsa, Gladys y Beatriz comparto estas reflexiones familiares.
Eduardo Verano Prieto y mi mamá nos dieron siempre una lección de vida.
Eran una mezcla amorosa de personas muy distintas
Él, inteligencia y reflexión; ella, inteligencia, alma y corazón
Vivieron 74 años juntos.
Él era de ideas fuertes, carácter firme, ordenado, táctico, pulcro, metódico hasta en su muerte (2,02,2:00 p.m.)
Comprensivo, inteligente, recto, honesto (sus amigos le decían el riel)
Lector empedernido en la 49C, tenía fama de tener las mejores enciclopedias y libros, y era como el google (Julio B, Mingo, Rene, Checho, Cata, Winchy y Yadi).
Todo se podía hacer, todo se debía hacer. A través del trabajo y organización hasta los pequeños detalles.
Fue muy sensible, cuantas veces lloró en secreto por nosotros.
Nos dio mucha libertad, pero nos hizo estudiar y nos estimuló llegar a niveles académicos superiores como su único legado. Nos hizo estudiar lenguas donde el profesor Assa.
Nos inculcó un gran amor por el país, por el Caribe, por el mar Caribe, por el Atlántico y por Barranquilla. Nos enseñó de sus problemas y soluciones.
Nos inculcó un gran amor por los libros y revistas científicas.
Nos inculcó amor por la música clásica (que escuchó hasta el último instante), música antillana y boleros. La noche de su fallecimiento pude escuchar de Rafa Hernández el bolero que dice 'sufro mucho tu ausencia, yo no puedo vivir si a mi lado no estás, dicen que soy cobarde, que tengo miedo de perderte'.
Consideraba a la Universidad del Norte, como un gran logro de su generación (Karl Parrish, Álvaro Jaramillo, Jacobo Acosta, Juan Manuel Ruiseco, Julio Muvdi) a la Universidad del Atlántico, como la mayor responsable del Estado para lograr un mayor futuro regional a ambas le dedicó tiempo.
Al Sena, con Martínez Tono, llegó con gran expectativa y lo disfruto. Trabajó por fortalecer los gremios de la ciudad y dedicó tiempo de su vida a las empresas de seguros Colseguros y la Nacional con Julio Mario Santodomingo.
Agradecemos a Dios que lo tuvimos como padre hasta sus 96 años.
Mis hermanos
Recordamos hoy, a nuestros 4 hermanos que se fueron primero que nosotros. Alberto, Mauricio, Ángela María y Luis Fernando.
'Solo mueren las personas que se olvidan, por eso las personas que amamos, jamás las olvidaremos y por eso jamás morirán'.
Su muerte fue la prueba más dura, difícil, imposible de explicar y entender, y él la convirtió en una lección de vida.
Mi papa se quedó en silencio, ido, ensimismado varias y largas semanas rodeado de muchos amigos y desconocidos que nos visitaban a diario. Él tenía 44 años.
Después de reflexiones muy profundas y en medio de días de crisis muy tristes sabiendo que no podía fallar, nos señaló un camino. Primero que todo sin resentimientos con la vida, tranquilo, acató y entendió los designios de Dios. No acepto varias ofertas de demandas al estado y se dedicó más bien a reconstruir su familia.
'La vida sigue, hay que seguir aunque el dolor abrume'.
'Hay que buscar la felicidad aun en medio del dolor, la felicidad propia, pero es más gratificante la felicidad de los demás, de los que te rodean, felicidad por el servicio a la gente, en las pequeñas cosas, lo espiritual da más felicidad que lo material'.
Tú mismo escoges si hundirte o surgir, es duro pero es la vida.
Barranquilla: apoyo y solidaridad
El apoyo y la solidaridad de todos es lo más importante. Y es en lo que Barranquilla y el Caribe son campeones. En rodear al que tiene dificultades.
Si hubo una familia que superó el dolor, que vivió gracias al apoyo de todos fuimos nosotros: los Verano De La Rosa.
Barranquilla todo lo llena con su alegría, espontaneidad y sentido de una gran familia colectiva donde todos nos apoyamos.
Dolor en el alma
El dolor muchas veces no se puede superar se aprende a vivir con él.
Liliana mi esposa, mi compañera; Alonso y Ana María, sus hermanos, perdieron a sus padres muy temprano y también los vi preguntar porque había ocurrido. Los recuerdan día a día. Siempre están presentes.
Y mi mamá un día me dijo: 'El tiempo pasa, pero el dolor es el mismo'.
Aprendizaje con mi papá
De las duras pruebas quedan enseñanzas, que cada cual maneja a su manera que en el caso de mi papa puedo recordar:
Cuando creas que todo está perdido, que no puedes continuar: Fortaleza
Cuando reine el desánimo: Alegría, pero una alegría que contagie a todos.
Todo se puede mirar desde varios puntos de vista, pesimista, optimista, negativo, positivo. Escoge siempre el positivo, el optimista.
Sé tú mismo, aférrate a la vida y sus cosas positivas. Aun en los momentos más oscuros hay felicidad, búscala. Es una tarea que no puedes desistir.
Cuando todo parezca imposible, sigue adelante, seguro aparecerá un milagro
Amor como familia para estar unidos en el dolor.
Creer en nosotros mismos para crear, para hacer cosas, para continuar. Es la única manera de no estar solos.
Final
Papi, viaja tranquilo y convencido de que te vas con tu misión cumplida en la vida, como le dijo Chepe a mi tío Armando:
Todos te agradeceremos siempre lo que hiciste en vida por nosotros.
Te voy a extrañar.
Te vamos a extrañar.
Haremos todo nuestro mejor esfuerzo en nuestras tareas y obligaciones en tu memoria.
Para terminar quiero compartir una reflexión escrita por mi papá que mis hermanas encontraron en sus papeles privados escritos a mano y que no conocíamos. Patricia no lo encontró escrito en la Biblia.
Parece entonces el apunte de sus reflexiones y conversaciones con Dios: 'Le dije que a veces me sentía desamparado. Por qué pensáis los hombres que yo pueda abandonaros. Hasta el mismo hijo que engendré de mi propia naturaleza, alguna vez, cuando fue humano, me preguntó porque lo 1había abandonado. Lo que tenías que entender es que el sufrimiento, al alejaros de las cosas mundanas os trae más cerca de mí. Mil gracias a todos y cada uno por acompañarnos. Como nos ayuda nuevamente su presencia'.