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El consumo de algas tóxicas fue el responsable de la muerte de unas 40 reses en inmediaciones del embalse del Guájaro. Así lo aseguró ayer la Corporación Autónoma Regional (CRA) al indicar que la alta concentración de fósforo fue el nutriente 'detonante' en la proliferación de las plantas acuáticas en la orilla del embalse.

El análisis fue realizado por el ente ambiental tras la decisión tomada en su momento por la Secretaría de Desarrollo Económico, el ICA, entidades públicas y privadas para conocer las causas del hecho que se registró el pasado 20 de marzo en el sur del departamento.

Los estudios científicos destacaron que las concentraciones de fósforo precipitaron el aumento de cianobacterias y la proliferación de algas elevó el pH del agua.

El diagnóstico de la CRA coincide con los resultados del estudio que se practicó a los tejidos de las reses muertas. El ICA informó que el estudio arrojó que los animales murieron por intoxicación.

'Hubo una mortalidad alta en los bovinos de tres fincas colindantes con el embalse. Se procedió a practicar una necropsia en uno de los animales para identificar las lesiones que habían sufrido', explicó Octavio Reyes, médico veterinario del ICA.

El profesional agregó que no se comprobó mortalidad en otras especies.

Malas prácticas

Según Ayaris Rojano, bióloga y asesora en temas de recurso hídrico de la CRA, la actividad de ganadería está restringida en la ronda hídrica del embalse, teniendo en cuenta que los ganaderos están aprovechando los bajos niveles del cuerpo de agua para ir extendiendo las cercas y así ampliar el terreno de sus fincas.

'Es una situación que evidenciamos y por esto la corporación abrió una investigación', indicó la funcionaria.

Ante esto, el secretario de Desarrollo Económico, Anatolio Santos, advirtió que las malas prácticas ganaderas deben tener un control y vigilancia por parte de los alcaldes municipales y la Agencia Nacional de Tierras.

Plan de acción

Para prevenir el riesgo asociado al consumo de agua y alimento que puedan afectar el hato ganadero, la Secretaría de Desarrollo Económico implementará un plan de acción sobre atención y prevención.

Fueron siete puntos los que destacó el secretario de Desarrollo Económico. El primero se concentrará en una campaña preventiva y educativa al margen del embalse del Guájaro y los cuerpos de agua del Departamento.

También se promoverá la vinculación de los productores al ‘Programa Megaleche’, con el propósito de hacer un acompañamiento para el manejo tecnificado de los hatos ganaderos.

Igualmente se harán capacitaciones sobre el manejo preventivo y clínico de animales con cuadros de intoxicación.

Se gestionarán recursos ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Rural para el montaje de sistemas demostrativos en algunas fincas para promover los modelos de acopio, manejo y distribución de aguas en predios ganaderos.

Y por último se harán monitoreos sobre la evolución de la calidad del agua para el consumo animal en las zonas de alto riesgo.

Asimismo, la CRA recomendó que cuando las aguas se encuentren de color verde se debe evitar bañarse y consumirla.

Los hechos

La alerta la hicieron los propietarios de la finca ‘El Charco de barro’, ubicada en un sector del corregimiento de Aguada de Pablo, quienes descubrieron a los bovinos muertos.

En su momento, los residentes de la zona informaron que la situación se detectó media hora después de haber llevado el ganado, como de costumbre, a tomar agua a orillas del embalse del Guájaro. Los terneros empezaron a temblar y a desplomarse, según relató en ese momento Juan Cuentas, propietario de la finca.

Pero los terneros de Cuentas no fueron los únicos que murieron en ese entonces. Domisiana Ruiz, otra pequeña ganadera de esta zona del barrio Villa Juana, en jurisdicción del municipio de Manatí, contó que siete de sus reses murieron en las mismas circunstancias. Por esta razón, decidieron llamar a las autoridades, que luego iniciaron los estudios para determinar las causas de la muerte de las reses.