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Pequeños y medianos cultivadores de limón en Palmar de Varela y Santo Tomás, dos de los municipios con más producción de cítricos en el Atlántico, han suspendido la producción en 1.270 hectáreas de cultivos afectados con el dragón amarillo.

La enfermedad que ataca directamente a las zonas citrícolas ha ocasionado alteración en el tamaño, forma y sabor de la fruta.

En Santo Tomás, la producción que era de aproximadamente 60 toneladas diarias en la temporada de mayor cosecha, que iba de junio a noviembre, en la actualidad no llega ni siquiera a completar las 10 toneladas, según lo señaló el alcalde del municipio, Luis Escorcia.

'Abastecíamos no solo a gran parte del país, sino que exportábamos a Perú, Ecuador y en ocasiones a Chile. Hoy la situación que enfrentamos no permite llegar a esos mercados', aseguró el mandatario.