Compartir:

Casas destechadas, árboles derrumbados y cables de electricidad caídos era lo que había en la tarde de ayer en Malambo, Atlántico, luego de un vendaval que afectó ocho barrios del municipio. Sus habitantes, desesperados, salieron a las calles en búsqueda de ayuda, esperando la llegada de las autoridades.

A los pocos minutos de ocurrida la emergencia, los bomberos de Malambo, el alcalde Efraín Bello y operarios de Electricaribe llegaron a diferentes zonas del municipio. Para el barrido, trabajaron en dos frentes, atendiendo las peticiones de auxilio de varios de los habitantes. De igual forma, desde la empresa de energía autorizaron la suspensión del servicio eléctrico para evitar cortocircuitos o cualquier tipo de inconvenientes con los cables.