Un litigio entre la Aeronáutica Civil y la firma italiana que se encarga del mantenimiento de las antenas de radioayudas tiene a los controladores aéreos trabajando en la operación aérea con papel y lápiz.
Desde hace 15 días la antena que se encuentra ubicada en Tubará está fuera de servicio y la de los Montes de María está trabajando en un 50%; es decir, que esta información es poco confiable para los controladores.
Esta situación, según Daniel Rangel, del Sindicato de Controladores Aéreos, ha obligado a los trabajadores a retroceder en el tiempo y hacer las operaciones de ayuda manualmente, una técnica que no se usa desde hace muchos años.
Estas antenas les permite a los controladores tener en el radar la ubicación de las aeronaves en el espacio aéreo y mantener la comunicación entre la tripulación y los controladores; sin embargo, la seguridad aérea no se verá comprometida.
'Nos ha tocado recurrir a un antiguo sistema de control, que es muy antiguo, pero esto no quiere decir que el trabajo afectará la seguridad aérea, nunca se va a ver comprometida, sino que se va a disminuir la eficiencia; es decir, que el trabajo va a ser un poco más lento, porque es un trabajo manual y obviamente los retrasos se sentirán', explicó Rangel.
Según el dirigente sindical, es poco lo que por ahora podrá hacer la Aeronáutica Civil, porque es un conflicto contractual lo que está en el medio de la situación. Sin embargo, existe también la posibilidad de que la Aeronáutica decida comprar antenas nuevas, pero este proceso tardará mínimo un año.
Según el dirigente sindical, el problema con la radioayuda se sentirá aún más en el fin de año, porque la operación de aeronaves se congestiona, teniendo en cuenta que el número de vuelos aumenta.
Lo que también preocupa al sindicato de controladores aéreos es que los trabajadores están realizando una labor 'muy desgastante'. 'El trabajo que haces termina atentando con tu salud, porque es muy complejo y muy estresante para un controlador hacer un cálculo permanentemente durante 6 horas', agregó Daniel Rangel.
Para el dirigente sindical, la Aero civil intentó resolver la situación, pero no pudo hacer nada. Los trabajadores están esperando que se solucione el problema, pero no son optimistas frente a una solución pronta, porque a la fecha no se sabe cuándo se podrán tener los nuevos equipos o los que existen reparados, porque la firma italiana rompió toda relación con la Aero civil.
'Esto hace que los repuestos, el mantenimiento y la actualización de las antenas no se esté dando, porque hay un litigio entre las dos compañías y los paganos somos nosotros y los usuarios, que a la larga no tienen que ver con el asunto', manifestó Daniel Rangel.