A través del decreto 288, firmado en julio de 2017, en Soledad se prohibió la circulación de motocarros por la Calle 30; sin embargo, la norma pasa inadvertida ante muchos de sus conductores que, al parecer, sin ningún control siguen haciendo su tránsito por la vía de alto tráfico.
A pleno mediodía cuando la avenida empieza a congestionarse, los motocarros hacen todo tipo de hazañas para ganar tiempo y así 'soltar rápido a un pasajero y coger a otro'.
Los conductores a toda marcha emprenden una carrera contrarreloj, aunque eso signifique pasar por alto las advertencias que hacen las señales de tránsito.
Hasta el aeropuerto Ernesto Cortissoz llegan los motocarros con pasajeros, a pesar de que existen alrededor de 10 señales, a lo largo del recorrido, que indican que no se debe transitar por esta vía.
'Algunos arriesgados ingresan hasta la zona del aeropuerto', dice un usuario de motocarros en Soledad.
El caos también se hace evidente en la entrada de los barrios Soledad 2000 y Manuela Beltrán, zonas en las que confluyen varios de estos vehículos con volquetas, buses, camiones y motocicletas, todos en medio de un ensordecedor estruendo de pitos, buscan abrirse paso en plena hora pico.
'De alguna forma su pequeña carrocería les facilita a los motocarristas hacer maniobras como subirse a la zona peatonal para evitar el tráfico', señala Antonio Morales, un habitante de Soledad.
El estacionamiento de motocarros tampoco contempla restricciones, los conductores se ubican en cualquier parte de la calle, aunque esto implique obstaculizar el tránsito vehicular.