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Un gran porcentaje de los atlanticenses está sufriendo por la pérdida de empleos y de ingresos para sostener a las familias. La crisis económica que ocasionó la pandemia de la COVID-19 golpeó varios sectores de la producción y la fuerza laboral. En enero, febrero y marzo la caída de la economía del Atlántico fue del 45% y para mayo se espera una mayor caída.

Esta situación llevó a la gobernadora Elsa Noguera a diseñar varias estrategias para la recuperación económica del departamento, de tal manera que las familias recobren sus ingresos.

Las estrategias están incluidas en un plan que se resume en tres ejes fundamentales, con proyectos a corto y largo plazo para atender los sectores que han sido golpeados por la crisis.

El plan busca la recuperación y modernización del campo, inversión en obras públicas y créditos blandos para formales e informales.

El ‘Campo a toda marcha’

Con este primer eje se busca dar un 'gran salto a la modernización' del campo, para que se pase de programas asistencialistas a otros que permitan consolidar al Atlántico como una potencia agroindustrial y darle la oportunidad a la gente de que pueda alimentarse y comercializar los excedentes.

En el proyecto de seguridad alimentaria incluye entrega de semillas, fertilizantes, nutrientes y asistencia técnica para que 2.000 agricultores, en 18 municipios, puedan sembrar 5 productos de rápido crecimiento. Aquí tendrán a Monómeros como un aliado.

El segundo proyecto va dirigido a los agricultores que fueron afectados por el ‘Dragón Amarillo’, que son los de la zona oriental del departamento. A ellos se les transformará su actividad productiva con gallinas ponedoras. Se benefician 500 agricultores.

El tercer proyecto es el aumento de la productividad de 200 pequeños ganaderos. Se les apoya con el proceso de alimentación; es decir, pasto, semillas, fertilizante, nutrientes, cerramiento de los animales y la asistencia técnica para subir su productividad en un 30%.

Se van a construir 600 reservorios para aprovechar la época de lluvias, con los que se beneficiará igual número de unidades productivas de pequeños ganaderos que tengan hasta 15 reses.

Se va montar un centro de alimentación y forraje en Santa Lucía, con el cual se beneficiarán 1.000 unidades productivas con menos de 25 cabezas de ganado. Lo que se busca es que en las próximas sequías los animales tengan de qué alimentarse y que los pequeños productores cuenten con alimentos subsidiados. 'Hoy si van a un silo compran al 100%, pero con este programa lo harán al 40%; el resto lo asume la Gobernación', explicó Noguera.

Otro proyecto será el repoblamiento de los cuerpos de agua. En enero se hizo una siembra que les ha permitido a los habitantes de El Guajaro y la laguna de Luruaco tener alimento disponible.

Son seis proyectos rápidos para que los atlanticenses tengan seguridad alimentaria y generación de ingresos.

La gran apuesta de la administración de Noguera es transformar el departamento en una gran potencia agroindustrial. Por eso, este mismo año arrancarán las inversiones en los distritos de riego, con lo que esperan habilitar 5 mil hectáreas para siembra y generar 1.500 empleos directos para garantizar un ingreso a habitantes de Repelón, Santa Lucía y Suan. Se invertirán $37 mil millones en promover la agricultura industrial.

El plan incluye asistencia técnica y modelo de asociatividad, para asegurar que los pequeños agricultores cumplan con el estándar de calidad, para el ingreso de sus productos a los mercados. Se dará un incentivo de capitalización rural para las inversiones que se tengan que hacer en las parcelas para captar el agua de los distritos de riego.

La Gobernación, luego de varios estudios, determinó que le apuntará a incentivar la siembra de 10 productos que se puedan vender muy rápido: plátano, yuca, ñame, melón patilla, limón tahití, palma de aceite, cacao, mango y papaya. Las proyecciones indican que se pueden encontrar los mercados adecuados, sin que el precio se afecte.

En el Plan de Desarrollo se asignaron $38 mil millones para los distritos de riego Santa Lucía-Suan-Repelón, para ponerlo a funcionar a más del 80%; $30 mil millones para financiar el programa de incentivo de capitalización y $20 mil millones en asistencia técnica, que contempla estructuración del proyecto, asociación de los productores y acompañamiento social permanente en cuatro años.