El elevado número de fallecimientos –no solo por coronavirus– en Barranquilla, Soledad, Malambo y Puerto Colombia ha hecho que la capacidad de los cementerios y hornos crematorios colapsen.
El secretario de Gobierno de Puerto Colombia, Leonel Morón, explicó que –en compañía de la Secretaría de Salud municipal– están haciendo un acompañamiento para verificar el funcionamiento de los hornos crematorios que funcionan en su jurisdicción.
Indicó que en los parques Jardines de la Eternidad, Los Olivos y La Paz pudieron evidenciar que tienen un represamiento de entre 7 y 10 cadáveres.
Aseguró que las morgues no están adecuadas con cuartos fríos, lo que ha hecho que los cuerpos entren en estado de descomposición.
Explicó que las funerarias están recogiendo los cadáveres en los hospitales y clínicas en la ciudad de Barranquilla entre 6 y 10 horas después del fallecimiento. 'Es bastante lento el proceso por la cantidad de fallecimientos que se producen'.
El secretario de Gobierno indicó que –en promedio– las cremaciones duran 2 horas y que luego tienen que apagar los hornos, sacar las cenizas y darle un reposo al horno de una hora aproximadamente.
'Cada 3 horas pueden reiniciar el proceso de cremación y si se tienen 10 muertos, eso da 30 horas y el día tiene 24 horas. Entonces ya el cadáver entra en proceso de descomposición, lo que podría afectar la vida de las personas que están manipulando estos restos mortales', dijo.
Leonel Morón afirmó que el represamiento viene porque los fallecidos en el norte de Barranquilla terminan siendo sepultados o cremados en los cementerios de Puerto Colombia.
Señaló que la ley dice que la inhumación de cadáveres debe hacerse en el municipio donde la persona falleció, pero excepcionalmente se permite el traslado cuando se trata de municipios vecinos que conforman el área metropolitana; razón por la cual en Puerto Colombia vienen autorizando la entrada de los cadáveres del Distrito.
El funcionario explicó que la situación era tan compleja que Barranquilla comenzó a permitir la inhumación de cadáveres en bóvedas individuales.
Aseguró que hay días en que se presentan entre 25 y 50 solicitudes de cremaciones e inhumaciones no solo de fallecidos por la COVID-19, sino también por otras enfermedades.