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Martha Yaneth Gómez Herrera dice que no seguirá esperando a que el tiempo le responda los interrogantes que por casi 28 años la han estado interpelando. Asegura que esa situación a la que llama 'examen', cada día va poniendo más difícil 'el cuestionario' al que en este momento identifica como su vida.

'Todo esto se acabará cuando logre conseguir a las personas correctas que hacen parte de mi pasado: mi verdadera familia, esa por la que desde hace años tengo la ilusión de encontrar para sanar las heridas que llevo vendadas con los mismos recuerdos que me han hecho tanto daño', manifiesta la mujer, al tiempo deja un breve silencio en la conversación telefónica.

Martha Yaneth, de 41 años, decidió contarle a EL HERALDO la historia de su vida tras ser, presuntamente, raptada de los brazos de su madre en Barranquilla cuando tenía tan solo seis meses de nacida, información que conoció recientemente.

Afirma que, aunque se enteró a los 13 años de que la pareja que la había criado no eran sus padres, no conocía la historia del rapto.

Hasta hace poco solo tenía en su memoria los días en los que su vida entraba a la adolescencia. 'Yo no tuve niñez', así describe la mujer su infancia, una etapa en su existencia que estuvo marcada por los abusos en la comuna 1 de Medellín. Con tan solo 11 años ya se había percatado de que estaba viviendo 'un infierno', ya que solo recibía malos tratos de las personas que conocía como sus padres.

Martha Lucía Herrera González y Hugo Albeiro Gómez Zuluaga fueron los encargados de –como ella lo define– darle una 'vida asquerosa' y llena de situaciones que estaban muy lejos de parecerse a los momentos que sus pocos amigos sí podían disfrutar. 'Yo nací en 1979 y cumplo años el 6 de febrero, eso es todo lo que sé de mi nacimiento, eso fue lo más concreto que ellos me dijeron durante todo el tiempo que los conocí', asegura la mujer.

'Me obligaron a trabajar y a mendigar, me golpeaban si me negaba a hacer lo que ellos querían', dice Martha Yaneth, tras señalar que las agresiones y abusos duraron 'dos años más'; es decir, hasta que cumplió los 13.

La 'abuela materna', Clementina González de Herrera, intentó ayudarla y presentó una demanda en contra de los supuestos padres, por maltrato infantil.

'Ella (la abuela) se cansó de ver y soportar las injusticias que su hija y su yerno me hacían, pero esa acción legal fue peor y solo desencadenó una serie de hechos que hicieron de mi vida un verdadero trapero', comenta Martha Yaneth.