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El sur del Atlántico tiene las mejores tierras del departamento para cultivar. Sin embargo, varios problemas han llevado a que la producción decaiga y a que los campesinos pierdan calidad de vida y sean consumidos por la pobreza.

Sus cosechas se ven perjudicadas, entre otros factores, por no contar con el elemento más importante para el desarrollo de los cultivos: el agua.

En los municipios de Santa Lucía y Repelón, los campesinos vienen trabajando con sistemas de riego que captan el agua desde el río Magdalena o de los embalses cercanos; sin embargo, estos sistemas actualmente presentan unas falencias que dificultan su funcionalidad.

Este es el caso de Endi José Díaz, un campesino de Santa Lucía que desde hace dos años está a cargo de una finca de 8 hectáreas que le dieron a cuidar y a trabajar. Allí cultiva yuca, plátano, ahuyama, guayaba, papaya, entre otros productos, pero las fallas en el distrito de riego afectan el rendimiento de la tierra.

'Se dificulta cultivar porque hace falta el riego, no funcionan los distritos porque hay mucha fuga y no hay fuerza para que el agua llegue a todo el cultivo y no se produce parejo. En donde llega con fuerza el agua, es ahí donde se produce buen cultivo y los distritos no alcanzan a cubrir todo y por eso se pierde la mayoría', expresó Endi Díaz.

Los distritos de riego fueron instalados por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), con el fin de que los trabajadores del campo lograran tener suministro de agua y se aumentaran la producción agrícola, especialmente en aquellos municipios que tienen dificultades con el servicio.

Díaz explicó que 'los chorros no llegan a todo el cultivo y no se encuentran. Les hacen falta unas mangueras para que pueda funcionar mejor, mangueras por el piso. El agua viene de la caseta de la motobomba que saca del río y se distribuye a todas las fincas'.

Jaime Salcedo, otro campesino de la zona, relató que la situación de los sistemas de riego es similar, por 'no decir la misma', en todas las fincas aledañas, lo cual impide cultivar y tener buena cosecha.

'Hay unos registros que tienen fuga. Si yo tengo fuga, a la finca de adelante le llega menos agua. Ahora mismo el agua es tres días para una zona y tres días para otra zona, desde la caseta nos mandan el agua, en la semana dura hasta las 4 de la tarde y el sábado hasta mediodía y ahí aprovechamos para regar hasta donde alcance', contó Salcedo.