El 2020 llega a su final y los barranquilleros comienzan a prepararse para recibir el próximo año con grandes expectativas. Como es de costumbre, el Centro de la ciudad se llena de uvas, ropa interior amarilla, espigas y demás elementos utilizados para atraer la abundancia en los hogares.
EL HERALDO habló con algunas personas que, en la víspera del Año Nuevo, recorrían la zona céntrica de la ciudad. Aseguraron que pese a las restricciones que hay van a mantener sus tradiciones para despedir el 2020.
Óscar Andrade, un hombre que lleva 40 años vendiendo uvas, sahumerio, vino y espigas en épocas decembrinas, sostuvo que la comercialización de este año ha sido igual a la de épocas anteriores.
Con su carretilla llena de productos, mientras atendía a un grupo de personas, dijo que la tradición no muere. 'Nada ha cambiado porque esto es una tradición, es algo que no se ve todos los días, sino que se ve anualmente', dijo.
Por su parte, Leonardo Rodríguez, quien se dedica a vender frutas hace 23 años, se mostró sorprendido por las personas que se han acercado a comprarle uvas.
Explicó que esa fruta –en específico- la mueve solo en diciembre y que la venta de este año ha sido buena. 'A pesar de la pandemia siempre se ha movido y la gente está comprando. Apenas está comenzando el día, los dos días buenos son el 30 y 31 que la gente compra las uvas para festejar el año nuevo', aseguró.