Este año la tradicional Batalla de Flores de ‘Santoto’— con más de 40 años de tradición— fue reemplazada por un operativo militar diseñado para precisamente evitar que se realicen festividades carnavaleras.
Tanto en Santo Tomás como en el resto de municipios del Atlántico comenzó a operar el toque de queda anoche a las 7:00 y terminó este domingo a las 5:00 de la mañana.
600 policías y 100 uniformados del Ejército son los encargados de hacer vigilancia en el territorio atlanticense para dar cumplimiento al decreto que prohíbe la circulación de personas, el consumo de licor y las celebraciones.
Para darle inicio a las medidas decretadas, se reunieron en la plaza de Santo Tomás la gobernadora del Atlántico, Elsa Noguera; el alcalde de Santo Tomás, Tomás Guardiola; el secretario del Interior, Yesid Turbay; el coronel Edwin Rojas, el mayor Ever Fabián Rodríguez y el coronel Omar Arciniegas, a fin de socializar el patrullaje que se extenderá hasta el otro fin de semana.
'Primero tu salud, primero tu vida. Hoy tendríamos aquí en Santo Tomás más de 500 mil personas que vienen de todo el departamento, pero hoy estamos en pandemia, el virus está circulando y tenemos que cuidarnos', dijo la gobernadora.
Noguera agregó que el gran reto para evitar más contagios es 'esta época de precarnaval y Carnaval, especialmente aquí en Santo Tomás'.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor de la II Brigada del Ejército, coronel Omar Arciniegas, reiteró el acompañamiento a la ciudadanía. 'El Ejército Nacional está aquí con el propósito de proteger a la población. Tenemos unas unidades motorizadas y otras a pie dispuestos a generar junto con la Policía Nacional esa sensación de tranquilidad que la ciudadanía necesita', afirmó Arciniegas.