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Esquivar a unas 20 vacas fue la hazaña que por varios minutos sortearon motociclistas y conductores en la vía que conduce de Barranquilla a Galapa.

El mamífero rumiante de cuerpo robusto se apoderó de la carretera a tal punto que los conductores no tuvieron más remedio que zigzaguear y seguir a este compás.

Lejos de los pastizales,  el ganado siguió su propio rumbo, desatendiendo a su pastor y ocasionando un caos en plena Cordialidad.

La escena anterior, que según los conductores se repite con frecuencia, dejó interrogantes sobre quién y cómo se controla el tránsito de animales en las principales vías de acceso al departamento.

Justamente en el territorio las cifras de siniestros viales demuestran un 'improvisado' manejo de la ganadería en cuanto al pastoreo.

Sin duda, esta actividad legítima representa un valor importante para la economía, pero asimismo especialistas en el tema vial coinciden en que 'deben implementarse acciones para no ir en contravía de los proyectos de infraestructura vial en los que se avanza en el departamento'.