Dentro del corazón del tan especial y tradicional barrio Prado de la ciudad de Barranquilla se encuentra el templo reluciente vestido de blanco dedicado a la devoción de la Virgen María bajo la advocación de María Inmaculada, que este sábado cumple 70 años.
La historia de este emblemático templo se remonta al año 1924, cuando tres jóvenes de distinguidas familias seleccionaron un lugar sobre el parque Santander con el fin de construir una capilla en honor a María Inmaculada. Los tres jóvenes eran Enrique, Manuel y Luis De la Rosa, en representación de su difunto padre, y Karl Parrish en representación de Roberto Parrish.
El sitio que fue escogido en principio fue cambiado más adelante por la ubicación que hoy tiene el templo en la calle 70 con carrera 68, debido a que en un predio muy cercano se había promovido la construcción de otro templo: Nuestra Señora del Carmen. El 8 de diciembre de ese mismo año (1924), el padre Revollo bendijo la primera piedra en el lote indicado donde se construiría la iglesia, sobre el llamado parque León.
Los trabajos de construcción comenzaron en firme el 12 de enero de 1945 en horas de la tarde, cuando aprovechando la presencia en Barranquilla del presidente de la época, Alfonso López Pumarejo, y su esposa, el obispo Julio Caicedo, el padre Pedro María Revollo, el gobernador Alberto Pumarejo y señora, y los feligreses de la futura parroquia de la Inmaculada le dieron comienzo a la obra con una palada simbólica de tierra realizada con las manos de la señora del Presidente López.