Una escena nunca antes vista, que parecía ser relatada por el mismo Gabriel García Márquez en uno de sus libros, fue grabada este lunes en Palmar de Varela.
La grabación mostraba a un grupo de personas caminando por una calle bajo un torrencial aguacero. El agua les llegaba a las rodillas. Una mujer lideraba el cortejo fúnebre con una corona de flores y tras ella unos hombres cargaban un ataúd cubierto con un plástico para evitar que se mojara.
La lluvia y el sonido de los truenos ocultaron las lágrimas y llantos de dolor por la pérdida de Euclides Díaz, de 83 años, quien sufrió un infarto que acabo con su vida el pasado domingo en la tarde.
De acuerdo con la familia, el sepelio estaba programado para el día martes, sin embargo, la fecha tuvo que ser modificada por un compromiso que tenía la parroquia y se decidió realizarlo el lunes.
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'Accedimos a realizar el sepelio el lunes en la tarde y fue cuando cayó el aguacero en el pueblo. Estábamos esperando que escampara pero en la iglesia nos dijeron que teníamos que salir porque había otro servicio y no podíamos quedarnos', comentó Carmen Díaz a El Tiempo.
Cuando se encontraban en la parroquia las personas les sugirieron cubrir el féretro con un plástico para protegerlo de la lluvia, la familia Díaz hizo caso y cubrieron el cajón para emprender su camino hasta el campo santo.
Luego de recorrer unas 16 cuadras hasta llegar al cementerio, se encontraron que el lugar también estaba inundado, por lo que tuvieron que esperar a que el nivel del agua disminuyera para poder meter el ataúd en la bóveda.
Euclides Díaz llegó al municipio del Atlántico procedente del Carmen de Bolívar. De este lugar salió desplazado luego que asesinaran a tres de sus trece hijos.