Como un acto de comunión, 200 sacerdotes de varios municipios del departamento del Atlántico se reunieron en la Catedral Metropolitana María Reina para dar inicio a la Misa Crismal, una de las eucaristías más importantes de la Iglesia Católica. Allí participan la mayoría de líderes religiosos que integran el presbítero diocesano.
En este acontecimiento solemne se consagra el Santo Crisma y son bendecidos los Santos Óleos, unos aceites que representan a los catecúmenos y a los enfermos.
Una verdadera fiesta del sacerdocio rodeaba el templo que acogió desde las 10:00 a.m. a los presbítero y fieles que también se hicieron presentes de manera multitudinaria para acompañar la liturgia.