Un llamado de auxilio lanzaron los habitantes del corregimiento de Santa Verónica, Juan de Acosta, a las autoridades locales y departamentales ante la falta de alcantarillado y vías de acceso que vive la población aun cuando son un destino turístico del Atlántico.
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EL HERALDO recorrió las diferentes calles de esta zona y logró evidenciar el 'deteriorado' estado en que se encuentran y que para transitar de manera segura es 'mejor' caminar, debido a que las lluvias han empeorado su estado.
La presidenta de la Junta de Acción Comunal de Santa Verónica, Sandra Pimienta, aseguró que hay un 'total abandono' de la Alcaldía de Juan de Acosta, la cual, según aseguró, no realiza ninguna obra desde hace varios años.
'Aquí los lotes están desmontados, vías totalmente dañadas, no hay alcantarillado además de otras cosas más. Esto no es de plata, sino de gestión', dijo Pimienta.
La líder comunal aseguró que los estudiantes del corregimiento deben llegar al colegio caminando debido a que no hay ningún vehículo que pueda transitar por la zona, situación que se agudiza durante la actual temporada invernal.
'Ya ni siquiera se puede transitar en motos. Los niños tienen que saltar el jagüey y una profesora se cayó dado que no es lo mismo que una persona joven haga ese tipo de maniobras que una de mayor edad', agregó Pimienta.
Contó, además, que hace más de 50 días estuvo de visita el alcalde Carlos Higgins y le propusieron varias medidas de solución y este no dio vía libre.
María Hernández, habitante del lugar en mención, afirmó que en vez de tener un desarrollo están teniendo un 'retroceso' en el corregimiento de Santa Verónica debido a que aunque son un destino turístico no evidencian obras que mejoren la calidad de vida de los habitantes y para que los turistas quieran visitar sus playas.
'Es muy difícil no tener alcantarillado porque el agua lluvia se filtra en las pozas sépticas, eso trae mosquito y yo tengo una niña que hace tres años tuvo dengue', aseveró.
Mientras atendía su tienda, Esperanza Arena contó lo perjudicado que se ha visto su negocio debido a que los vehículos que deben llegar a surtirla de alimentos no logran transitar ante al estado de las vías.
'Acá hay una contaminación muy grande porque las pozas sépticas las echan en la calle y esa agua va a parar al mar', añadió Arena.