Compartir:

Mientras intenta secar algunos de sus enseres, Maritza Pacheco, habitante del barrio Puerto Amor, en Sabanalarga, recordó los momentos de angustia que vivió junto a su esposo en medio de las inundaciones y cómo fueron rescatados por sus vecinos.

De acuerdo con esta mujer de 62 años, y quien se gana la vida haciendo y vendiendo bollos de mazorca en esta población, las lluvias empezaron a eso de las 6:15 de la tarde; sin embargo, pasaba el tiempo y estás no cesaban.

'El agua se metió de un momento a otro y no nos dio tiempo de sacar nada, lo perdimos todo. El agua se me llevó hasta lo que había ganado de la venta de los bollos, no salíamos porque estábamos muy nerviosos y fueron unos vecinos los que nos rescataron, hasta el agua nos pasaba corriendo', manifestó la mujer.