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Un mes después, en la memoria de los habitantes de Piojó siguen frescos los momentos de angustia y desesperación que vivieron a raíz del deslizamiento que dejó a decenas de familias con los brazos cruzados tras 'perderlo todo'.

De acuerdo con la comunidad, los sentimientos que los embargan en este momento son 'inexplicables' porque dos pérdidas se encuentran ligadas al mismo contexto, como lo son el desplome de sus casas y las pésimas condiciones en las que se encuentran sus seres queridos en el cementerio local.

Nicolás De la Hoz, uno de los afectados por esta tragedia, expresó a EL HERALDO que aún sigue 'esperando' que el Gobierno nacional solucione la entrega de viviendas porque los damnificados están viviendo en albergues, alojados en casas de familiares y otros arrendados, lo cual es muy 'incomodo'.

A su turno, Roberto Vásquez, otro hijo de este municipio, manifestó que 'nunca' se imaginó que iban a ser tocado por las lluvias, debido a la condición rocosa que tiene el municipio.

'Estamos muy sensibles y hasta el momento no hay solución. Los días transcurren y no se ve la intención del Estado para ayudar a la gente de Piojó', señaló De la Hoz.

En ese sentido, recordó que en la semana asistía al cementerio con frecuencia a visitar a sus parientes. Pero, hoy en día se quedó con la memoria de que ya no puede poner la mano en las bóvedas de sus familiares.

'Tenemos muchos sentimientos encontrados porque nuestros seres queridos no están descansando como debe ser', agregó el hombre, quien también pidió que se agilicen las reubicaciones de las viviendas.

Por otro lado, Jairo Jiménez, otro habitante de Piojó, les solicitó a las autoridades locales 'celeridad' con las reubicaciones de los difuntos de Piojó hacia otros cementerios.

Igualmente pidió 'celeridad' en la entrega de las casas que prometió el Gobierno nacional, ya que las condiciones en las que viven las familias no son 'aptas'.

¿Qué dicen las autoridades locales?

Alfredo Soñett Villanueva, secretario de Planeación del Piojó, destacó que la reacción inmediata para estas familias ha sido la reubicación y se ha logrado con los arriendos temporales.

En ese sentido, se han recibido ayudas humanitarias por parte de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastre (Ungrd), la Gobernación del Atlántico y particulares.

Además, el funcionario expuso que el infortunio de los deslizamientos registró 20 viviendas colapsadas, 66 en riesgo de colapso, para un total de 600 personas afectadas.

Mientras el tiempo sigue pasando, los habitantes de Piojó continúan clamando ayuda del Gobierno nacional para que finalmente sean reubicados en una zona que no represente peligro alguno y a su vez se le sea otorgado –para los difuntos del municipio– un camposanto nuevo.