Cinco días después haber iniciado una auditoría en la ESE Universitaria del Atlántico (UNA), debido a las denuncias formuladas por demoras en la atención y tercerización de servicios, la Superintendencia de Salud informó que impuso este viernes medida cautelar sobre esta empresa social del estado.
A través de un comunicado de prensa, la Superintendencia explicó que la medida se adoptó tras evidenciar situaciones que 'ponen en riesgo la vida y la integridad física de los pacientes'; por ejemplo, que la UCI adultos no contaba con intensivista ni médico general las 24 horas.
Indicó que adicionalmente en la auditoría practicada del 6 al 10 de febrero se encontraron fallas en la gestión de insumos, dispositivos y medicamentos en áreas críticas.
Como consecuencia de estas situaciones y de la medida adoptada, la Supersalud le dio un plazo de 72 horas a la ESE UNA para que garantice la gestión de los medicamentos e insumos necesarios para la prestación de los servicios de salud.
'Con la imposición de esta medida de cesación provisional de acciones que vulneran el derecho a la salud, la institución asistencial deberá garantizar la suficiencia del talento humano requerido en la Unidad de Cuidado Intensivo adultos, en todos los turnos, según los perfiles mínimos necesarios para la adecuada atención de los pacientes', señala el comunicado de la Superintendencia.
Para verificar el cumplimiento de la medida cautelar, el representante legal de la IPS, Javier Ignacio Cormane Fandiño, deberá remitir a la Superintendencia dentro de los tres días hábiles un informe detallado sobre el trámite y resultado de lo ordenado, remitiendo los resultados documentados.