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El panorama para compradores y vendedores en este mes de diciembre parece que no será el mejor. Las alzas en los precios de los productos por la sequía y el costo del transporte están golpeando el bolsillo de los ciudadanos que cada día compran menos. Esto, sin duda, al que más afecta es al vendedor de alimentos perecederos, porque se ve obligado a botar lo que no alcanza a vender.