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Ala gobernadora Elsa Noguera le han dado hasta con el balde del agua. Forma parte del ejercicio de lo público. Lo sabe y ha recibido las críticas con cariño, en especial cuando procedían de las mismas comunidades, porque entendió que era una oportunidad para corregir lo que no se estaba haciendo bien. Ponerse en los zapatos de la gente para resolver sus problemas ha sido, de hecho, una de los elementos centrales de su gestión, valorada positivamente en decenas de encuestas, y eso es lo que también le pide a su sucesor, Eduardo Verano de la Rosa, para seguir transformando la realidad del Atlántico. En la cuenta regresiva del final de su mandato no oculta su nostalgia, pero dice estar tranquila y, sobre todo, lista para hacer una pausa en su vida pública, dedicarse a su familia y, por supuesto, a ella misma. Esta es la segunda y última parte de la entrevista de EL HERALDO a la funcionaria.

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