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La celebración por la llegada del 2020 se convirtió, en apenas instantes, en una tragedia para la familia de Andrés*. Los gritos y la desesperación se apoderaron de sus allegados debido a que parte de su rostro resultó afectado por la explosión de un artefacto pirotécnico.

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'Hasta que no me vi en un espejo no me di cuenta de la magnitud de lo sucedido. Me llevaron hasta el Hospital de Barranquilla, donde me brindaron los primeros auxilios y posteriormente me remitieron al pabellón de quemados en el Camino Adelita de Char', recordó el hombre.

Su proceso de recuperación no fue fácil. Tuvo que ingresar al quirófano para la remoción de los tejidos que fueron afectados y así evitar una complicación mayor de salud.

'Todo eso me sucedió por sobrado, por creer que lo podía hacer sin ningún inconveniente. Lastimosamente, en nuestra cultura se ha normalizado el uso de la pólvora bajo los efectos del alcohol y la emoción de compartir con nuestras familias', agregó.

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Tres años después, Andrés y su familia han volcado su celebración decembrina a la unión familiar. Por eso han 'desterrado' el uso de la pólvora, para así evitar volver a vivir estos momentos difíciles durante el fin de año.

Sin embargo, la situación sigue siendo crítica debido al creciente uso de artefactos pirotécnicos sin control que ha llevado al incremento de quemados durante esta temporada.