Debido al retiro de la sede de los Juegos Panamericanos a Barranquilla, la ministra Astrid Rodríguez ha sido blanco de críticas. Desde algunos sectores se ha venido solicitando la renuncia de la funcionaria, mientras que otros han resaltado su voluntad para sacar adelante la organización de las justas.
Las primeras gestiones de Rodríguez datan a marzo de 2023, a pocas semanas de haberse posesionado como ministra del Deporte, tras la salida de la exmedallista olímpica María Isabel Urrutia.
La primera reunión que lideró la ministra con el Distrito de Barranquilla y la Gobernación del Atlántico se dio a finales de marzo. Ese fue el primer encuentro desarrollado tras varios meses y cuyo objetivo fue sentar las bases para 'recuperar el tiempo perdido'.
Desde ese momento, Rodríguez dio a conocer que cualquier decisión alrededor de los Panamericanos estaba en manos de Gustavo Petro. Hizo énfasis en que el presupuesto se debía revisar con 'atención' debido a que se trataba de un 'compromiso muy grande'.
'Espero hablar con el presidente que es el que tiene la última palabra frente a esta decisión de país', dijo la ministra cuando existía cierta presión debido a la solicitud de Panam Sports de una definición alrededor de la realización de las justas en la capital del Atlántico.
Una de las cartas que hubo sobre la mesa fue que el Distrito hiciera el mayor aporte financiero para las justas. Sin embargo, al final se determinó que el 60 % de los recursos correrían por cuenta del Gobierno, mientras que el 40 % restante lo asumiría el Distrito y la Gobernación.
En julio del año anterior, de acuerdo con Rodríguez, los avances eran 'significativos' alrededor de la organización de las justas. Sin embargo, seguía pendiente el guiño por parte del presidente Petro.
'Falta que se siente a mirar un poco con detenimiento lo que se ha venido consiguiendo en términos de presupuesto y los esfuerzos con Barranquilla y la Gobernación. Que ya pueda sentirse más tranquilo con esta toma de decisión. Eso es lo que falta', dijo en ese momento.