A raíz de la protesta que se cumplió de manera paralela en los peajes de Sabanagrande y de Turbaco, la Concesión Autopistas del Caribe expresó su rechazo al “hostigamiento permanente” por parte de grupos minoritarios que se oponen al desarrollo de este proyecto.
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“No compartimos y vemos como una postura irresponsable la exigencia de terminación del proyecto de infraestructura, que representa una inversión integral de billones de pesos para el Caribe”, sostuvo la concesión a través de un comunicado de prensa.
Agregó, además, que “este proyecto es fundamental para el desarrollo de la región Caribe, la cual lamentablemente presenta el mayor índice de pobreza multidimensional a nivel nacional. La interrupción de esta inversión vital no solo detendría el progreso económico, sino que también agravaría las condiciones sociales y económicas de los habitantes”.
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La concesión sostuvo que es “inaceptable” que la comunidad haya procedido al alza de las talanqueras en el peaje de Sabanagrande, puesto que dicha acción “evade el pago y perjudica el mantenimiento y la operatividad de la infraestructura vial”.
“Este peaje contempla un esquema de tarifas diferenciales, las cuales están diseñadas para mantenerse indefinidamente. El pago del peaje es esencial para garantizar el buen estado y la sostenibilidad de nuestro corredor vial, asegurando que los recursos necesarios para el mantenimiento y mejoras continuas estén siempre disponibles”, recalcó.
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Asimismo, Autopistas del Caribe indicó que el peaje de Turbaco opera dentro del marco de la ley y su cobro está cobijado bajo el contrato de concesión. En la misma línea, expuso que esta iniciativa privada fue contemplada para garantizar el mantenimiento del corredor de carga, completar la doble calzada entre Barranquilla y Cartagena, mejorar los niveles de servicio y mantener una inversión social y ambiental constante en los municipios del área de influencia.
“Esta inversión de $4,3 billones se financia únicamente con la recaudación de las estaciones de peaje. El proyecto si incluye labores sobre la malla vial de Turbaco y no tiene por objeto financiar obras de otra región. A diferencia de lo que sucede con los recursos de los peajes a cargo del Invías, los recursos que se recaudan en las vías concesionadas van únicamente para invertir en el área de influencia”, manifestó la concesión.
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También enfatizó que el peaje permite viabilizar un proyecto que reduce los costos operativos de transporte y contribuye con el desarrollo social y económico en la región Caribe: “Gracias a la construcción de la doble calzada, ahorro en los gastos operativos de los vehículos, en tiempos de recorrido y gasolina, mayor seguridad en las vías, dinamización de las economías locales y más conectividad, lo que moviliza la llegada de turista”.
Indicó, además, que actualmente cuenta con cerca de mil empleados, la mayoría perteneciente a los municipios de influencia del proyecto y se espera que en la fase de construcción haya 7 mil trabajadores directos e indirectos.
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“Ratificamos que este contrato de xoncesión fue creado bajo la legislación colombiana y no existe ninguna investigación u hallazgo que invite a asumir lo contrario, por eso nuestro contrato está más vivo que nunca”, puntualizó.
