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Luego de la activación del Estatuto de Desabastecimiento de Energía, los generadores térmicos han vuelto a trabajar a toda marcha para contar con la energía necesaria para atender la demanda en el país.

El administrador Luis Miguel Fernández Zaher, presidente de TPL Energía –holding que opera las plantas de Termobarranquilla y Termocandelaria–, habló con EL HERALDO sobre las acciones que se vienen adelantando desde el Caribe para hacerle frente a este desafiante panorama.

Hace poco más de tres meses, Colombia vivió un episodio crítico en la generación de energía por el fenómeno de El Niño, que se pudo superar con el apoyo de las térmicas. Recientemente se activó el Estatuto de Desabastecimiento por falta de lluvias, ¿cuál es el panorama actual?

A finales de 2023 y los primeros tres o cuatro meses de 2024 enfrentamos el fenómeno de El Niño y las plantas térmicas operaron de manera muy intensa. Eso permitió afrontar y superar este fuerte fenómeno.

En algunos períodos las plantas térmicas cubrimos más del 50 % de la demanda total del país. De ese total, las plantas térmicas de región Caribe produjeron casi el 30 % de la demanda total y las plantas que nosotros representamos, que son Tebsa y Termocandelaria, entregamos algo así como el 15 % de la demanda total del país durante ese periodo crítico de El Niño.

Para darte un dato adicional, las plantas térmicas que nos respaldamos con gas natural importado a través de nuestra estructura de importación de gas de Cartagena, entregamos –en el periodo más crítico– el 20 % de la demanda de energía total del país.

A finales de abril comenzaron a llegar las lluvias y empezó a normalizarse la situación y eso se mantuvo hasta finales de julio. Actualmente, el nivel de los embalses se encuentra cerca al 50 % y se constituye en el nivel histórico más bajo para esta época del año.

Si bien se esperaba que se desarrollara un fenómeno de La Niña con abundantes lluvias, eso no se ha presentado. Las lluvias están bastante deficitarias y los embalses están en su nivel más bajo para esta época del año y se requiere activar las medidas que permitan que lleguemos a un nivel de embalse –a finales de noviembre–del 68 %, para así superar el verano que se avecina que es entre el primero de diciembre y el 30 de abril del año entrante.

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El Gobierno ha activado una medida que se llama el Estatuto de Desabastecimiento y esa medida establece las condiciones en el mercado para que aumente la generación termoeléctrica, de esa manera poder conservar el agua con suficiente antelación para que los embalses se puedan recuperar y lleguen a esos niveles al 30 de noviembre.

De nuevo, las plantas térmicas estamos llamadas a entregar esa energía firme que hemos entregado a Colombia históricamente y aquí estamos prestando servicio y entregando esa energía en cumplimiento de esta disposición.

El pasado lunes, el 47 % de la demanda total del país fue atendida con generación térmica. De eso, aproximadamente, un 14 % lo estamos entregando con las plantas que nosotros representamos, Tebsa y Termocandelaria.

¿Cuánto se está produciendo actualmente en Tebsa y Termocandelaria?

En este momento, Tebsa y Termocandelaria están produciendo, aproximadamente, 31 gigas de energía. La demanda del país, el pasado lunes, fue de 212 gigas y nosotros entregamos 31 gigas, que es aproximadamente el 15 % de la demanda total.

A eso se suma que las plantas que operamos con gas natural importado estamos entregando aproximadamente el 20 % de la demanda total del país en este momento. Además, la región Caribe puede estar entregando del orden del 30 % de la demanda total del país.

¿Están produciendo a su máxima capacidad?

Estamos a plena carga. Nosotros tenemos una unidad en mantenimiento programado, que finaliza el 15 de octubre y con eso ya estaríamos a plena carga todas nuestras unidades. En Tebsa tenemos 9 unidades y 3 unidades en Termocandelaria, por lo que estamos hablando de que tenemos 12 unidades. De ese total, 11 unidades están operando a plena carga en este momento. La otra se encuentra en medio de un mantenimiento mayor que va a sumarse a su plena capacidad a partir del 15 de octubre.

¿Por qué el Caribe es importante para respaldar la generación de energía a través de las térmicas?

Históricamente, el Caribe ha tenido los recursos y la materia prima, que requieren estas plantas de generación térmica para operar. El Caribe ha sido muy rico en gas natural; es más, este sector se pudo desarrollar en buena medida gracias a esos grandes consumos que históricamente hemos agregado a las plantas térmicas. Y la región Caribe también es muy rica en recursos de carbón, que también son muy importantes para la generación termoeléctrica.

En ese sentido, por eso en esta región se desarrollaron importantes capacidades de generación termoeléctrica que hoy, en situaciones tan complejas como las que estamos atravesando, somos capaces de abastecer el 30 % de la demanda total del país.

Frente al desabastecimiento de gas natural que se ha anunciado en el país, ¿hay algún riesgo para las plantas térmicas del país?

Desde el año 2011, nosotros visionamos una declinación permanente de la capacidad de producción local y en virtud de eso, junto con Promigas y otras plantas generadoras de la región Caribe, empezamos a trabajar en el desarrollo de una alternativa de abastecimiento de gas a largo plazo para suplir estas necesidades que hoy está experimentando el país, que requiere de esa confiabilidad que las plantas térmicas le damos a Colombia para que no se apague.

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Fruto de ese esfuerzo se desarrolló toda la regulación y se desarrolló la única infraestructura de importación de gas que tiene el país hoy en día, que es la planta regasificadora de Cartagena. Desde ahí tenemos la capacidad suficiente para abastecer el 100 % de nuestras necesidades de generación con base en gas natural, que es un combustible muy amigable con el medio ambiente.

Estamos conectados con el mercado de gas internacional que es de una profundidad increíble y de abundantes recursos. La planta está ubicada estratégicamente en una zona en donde estamos a cuatro días de navegación del mayor productor de gas natural licuado del mundo, que es el Golfo de México. Estamos muy cerca de Trinidad y Tobago, otro gran productor de GNL.

Estamos en la ruta de tránsito de ese GNL hacia Europa y el sur del continente. Eso ha permitido que hayamos podido atender el 100 % de nuestras necesidades de abastecimiento con la planta regasificadora de Cartagena, con gas importado, y que hayamos podido entregarle esta confiabilidad que el país ha necesitado en estos momentos.

Desde Naturgas se ha venido hablando de la posibilidad de explorar la compra de excedentes de gas natural proveniente de la planta regasificadora, ¿ese proceso es viable?

Si hay viabilidad para ese proceso. Estamos trabajando en eso y confiamos en que muy prontamente eso se pueda estructurar y se pueda realizar.

¿Hay planes de expansión en los próximos meses que les permita contar nuevas plantas para generar energía?

Nosotros siempre tenemos proyectos en el ‘pipeline’ de desarrollo y expansión. En este momento estamos trabajando una línea de diversificación de nuestra capacidad instalada, probablemente desarrollando unos proyectos renovables no convencionales.

En ese rubro tenemos un plan de trabajo importante para diversificar la capacidad. Tenemos otros proyectos de renovación y expansión de equipos de generación termoeléctrica, pero eso estará sujeto al mecanismo que prevé la regulación para esto, que es la subasta de expansión de obligaciones de energía firme.

Estamos atentos a cuando se dé la subasta de expansión por confiabilidad para poder participar con proyectos de expansión.

Desde varios sectores se ha pedido al Gobierno que se acelere esa subasta de cargo por confiabilidad, porque en el momento hay proyectos, pero no hay energía firme...

Sí. Lo que pasa es que ha venido creciendo de manera muy sólida la capacidad instalada. Proyectos convencionales han sido pocos los que han entrado recientemente. Uno de esos fue nuestra expansión en la planta Termocandelaria, un proyecto que aumentó la capacidad instalada de esa planta un 80 %, mejorando su eficiencia en más de un 40 % con el mismo gas.

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Producíamos 314 megavatios, hoy producimos 555 megavatios. Ese proyecto entró en funcionamiento en octubre del año pasado y ha sido fundamental también para poder dar esa confiabilidad al sistema.

El nivel de éxito de los proyectos ha sido muy bajo en estos últimos años, entre el 15 % y 20 % de lo que se anuncia es efectivamente lo que entra. La demanda ha seguido creciendo y eso nos ha tenido un sistema cada vez más apretado en cuanto a oferta y demanda.

Es importante que Colombia pueda crecer, porque en abundancia de recursos se da la competencia, se da la eficiencia y se dan las mejoras en precios. Cuando el recurso es escaso, pues se aprieta la situación y las condiciones se complican para el abastecimiento de medida de largo plazo.

¿Cómo ve el panorama al próximo año, en especial ante la llegada de una nueva época seca?

Estamos desarrollando la función para la que estamos concebidos. Estamos entregando esos volúmenes de confiabilidad que el país requiere. Nuestras plantas están operando a plena carga, entregando la energía firme.

Necesitamos que en la cadena todo funcione, que nosotros podamos generar, que la energía que nosotros entregamos al país sea debidamente remunerada y pagada, de manera tal que contemos con los recursos de capital de trabajo que se requieren para adquirir los combustibles, procesarlos y generar esa energía que el país requiere.

En ese sentido, nosotros estamos dando el aporte que se requiere, para el cual hemos sido dimensionados y cumpliendo con la obligación que nos asigna la ley y la regulación. Necesitamos que el sistema como un todo funcione, también necesitamos que San Pedro nos dé la mano con los aportes para que podamos superar esta situación.

Orlando AmadorEl directivo espera que las lluvias regresen y se permita la recuperación del nivel de los embalses en el país.

¿Usted cree que hay algún riesgo de que podamos apagarnos en algún momento?

En la medida que no contemos con las lluvias necesarias, debemos tener mucho cuidado con eso. Necesitamos que las lluvias nos ayuden y confiamos en que podamos superar esta situación como la hemos superado anteriormente.

Hay que tener en cuenta el panorama de Ecuador, que está soportando hoy más de 11 horas diarias de racionamiento de energía. Colombia, afortunadamente, gracias al esquema que hoy en día tenemos, ha estado protegido y ha podido cumplir con entregar la energía sin racionamiento a sus usuarios desde el año 1992.

Son más de 30 años de este esquema que ha funcionado, que ha viabilizado las inversiones, que ha logrado que Colombia tenga la confiabilidad que se ha requerido. Entonces es importante valorar lo que tenemos y trabajar todos juntos para seguir dándole esa confiabilidad que el país necesita.

¿Qué va a pasar con las tarifas de energía? ¿Se van a incrementar?

El precio de energía en bolsa sube y debe subir para que nosotros podamos generar y el agua se pueda conservar y no despachen las hidráulicas. Ese es el mecanismo de utilización eficiente de los recursos, pero eso no debiera afectar al usuario final, porque la labor de los distribuidores y comercializadores es estar contratados adecuadamente para evitar esta situación.

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Si están contratados adecuadamente, pues ya ese precio en bolsa no afecta al distribuidor, sino que es un precio de bolsa que afecta a grandes consumidores, los generadores hidráulicos que no tienen agua van a tener que ir a la bolsa a comprar para cumplir sus contratos. En la medida que el distribuidor se contrata adecuadamente, no va a tener un efecto significativo en incremento de tarifas. Si no tiene contratos, ahí sí hay un problema.

¿Ustedes tienen contratos con los distribuidores?

Tuvimos en el pasado. Nuestra generación se hace con base de combustibles gas natural y el precio de referencia comparado con el de las hidráulicas para contratos de largo plazo es superior, mientras que ellos pueden vender a 250 pesos o 300 pesos, a nosotros se nos va más alto por el precio del gas, el transporte, la gasificación.

Para los contratos rutinarios, el mejor posicionado para eso es el generador hidráulico, porque el combustible le llueve del cielo. Ahí me toca traerlo en barco, almacenarlo, regasificarlo, producirlo. Son dos aspectos distintos.

Nosotros estamos para la confiabilidad en momentos como el fenómeno de Niño, mientras que en situaciones normales tenemos una generación permanente que requiere la región Caribe.