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Durante las últimas décadas del siglo XIX y los primeros lustros del siglo XX, cientos de italianos tomaron la decisión de dejar su terruño para buscar nuevas oportunidades en otras latitudes. Sin conocer de la cultura local ni el idioma, muchos de ellos tomaron la decisión de asentarse en Barranquilla y otras poblaciones del Caribe colombiano, aportando su granito de arena para dinamizar el desarrollo y el crecimiento económico.

Un ejemplo palpable es la familia Celia, que uno de sus miembros dejó atrás sus tres pequeñas fincas en Mórano Calabro para aventurarse a una nueva vida en el continente americano.

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“Tenían una vida tranquila, pero a mi abuelo (Antonio Celia) lo movió el deseo de una vida distinta. Mientras se avanzaba en la reunificación y el resurgimiento, en Estados Unidos y Brasil se empiezan a generar nuevas oportunidades”, recordó el empresario Antonio Celia Martínez-Aparicio, quien en el marco de Cátedra Europa presentó una ponencia sobre la historia de su familia.

Recordó que su abuelo se asentó primeramente en Ciénaga, donde ya había llegado su hermano mayor: “A Carmen de Bolívar llegaron muchas familias por el auge del tabaco, pero a Ciénaga llegaron otras más porque era un emporio, economía de enclave”.

La llegada de los Celia a Barranquilla se da por una “oportunidad única”: la compra de una fábrica de zapatos, que por muchos años funcionó en un edificio que aún sobrevive en la calle 30. Este proyecto lo sacó adelante junto a su socio Blas Barletta.

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“Tenían una visión comercial muy aguda, porque se integran verticalmente y compran una curtiembre, la integran y le va maravillosamente bien. De 150 trabajadores que había en la fábrica de zapatos, 50 fueron traídos desde Italia”, recalcó.

La visión de desarrollo

Furio Ricciardiello, cónsul honorífico de Italia en Barranquilla, indicó que si bien la migración italiana al Caribe colombiano no fue numerosa, sí fue muy significativa para el desarrollo de la región.

“Colombia recibe, en su gran mayoría, personas capaces de hacer cosas. Artesanos, agricultores, gente que sabe cómo organizar una actividad productiva llegaron al país. Y, de hecho, tenemos ejemplos de muchísimos talleres, fincas, comerciantes, que realmente han contribuido de manera muy importante al desarrollo de la región”, destacó.

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El diplomático puso de presente que los primeros italianos se asentaron en poblaciones como en Sabanilla, Ciénaga y Fundación. Con el trasegar de los años se asentaron en la capital del Atlántico atraídos por el creciente comercio por el río Magdalena.

Orlando AmadorFurio Ricciardiello, cónsul honorífico de Italia en Barranquilla, durante la entrevista con EL HERALDO.

“Los italianos identificaron realmente la importancia del río Magdalena como canal de comunicación, porque obviamente no había carretera. Hubo muchísimas empresas de italianos de navegación, que navegaban el río y transportaban mercancía”, dijo.

Sostuvo que esto conllevó a que pudieran adaptarse e integrarse a la sociedad local: “A la vuelta de dos o tres generaciones ya prácticamente eran totalmente colombianos, ya hablaban español, habían adoptado las costumbres colombianas”.

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Sostuvo que otro gran aporte ha sido en materia cultural, al punto que varias edificaciones fueron construidas por italianos, tales como la Casa de La Corazza y la Casa Volpe, entre otras.

Agregó que para mantener vivo ese legado se ha constituido una especie de sistema que permite que Italia siga presente en el país no solo para recordar lo que fue la migración, sino para “mantener viva la italianidad de los italianos y de los amigos de los italianos”.

En ese sistema participan la Embajada de Colombia en Italia, los distintos consulados y otras entidades como la Cámara de Comercio Italiana para Colombia y el Instituto Italiano de Cultura.

Otras visiones

Adolfo Meisel Roca, rector de la Universidad del Norte y uno de los pensadores más conocedores del Caribe colombiano, explicó que el aporte a la actividad empresarial en muchas áreas ha sido el mayor por parte de los italianos a la ciudad.

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“Durante años, los italianos han aportado a las empresas en el sector industrial, como los Mancini; en el sector rural, como los Matera; en el comercio, como los Volpe; en las profesiones liberales, como la familia Masanti. Por supuesto, en la gastronomía han tenido un impacto enorme también. Y en la música, personas como Pedro Biava”, agregó.

El investigador social Alfredo Sabbagh Fajardo recalcó que el legado de Italia en la ciudad y el Caribe está presente en aspectos como la industria, comercio, gastronomía y artes por los aportes de familias como Mancini, Faillace, Celia, Matera, Di Doménico, Manco, Pezzano, De Vivo, Violi, Lamboglia y Dicolloredo, entre otras.

“Son familias que siguen hoy presentes como vivo recuerdo del esfuerzo, pujanza y valentía con la que los primeros migrantes llegaron a estas tierras a ‘hacerse la América’”, anotó.

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El también profesor del departamento de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte indicó que uno de los primeros conglomerados industriales del país fue construido por Generoso Mancini, que se suma a los cuartos fríos y el comercio de pescado fresco al interior del país desarrollado por el comisariato Puccini Banfi de Vincenzo Puccini.

También recordó que la familia Faillace fue gran exportadora de café, así como dueños del Hotel Astoria.

“Son muchos los aportes en todo tipo de frentes. Vale igualmente decir que la colonia italiana siempre fue generosa y dadivosa entre ellos y con la comunidad barranquillera”, puntualizó el experto.

La influencia de esta colonia en la arquitectura de la ciudad

En el marco de la Cátedra Europa de la Universidad del Norte, se realizó un tour por el centro de la ciudad para viajar al pasado y conocer el legado italiano en este sector, en el que participaron estudiantes de la Universidad del Norte. Allí, donde la modernidad se entrelaza con la historia, se encuentra un legado cultural que ha dejado una huella imborrable en La Arenosa.

Desde finales del siglo XIX y principios del XX, inmigrantes italianos llegaron a esta ciudad caribeña en busca de nuevas oportunidades, y su impacto ha sido profundo en diversos aspectos de la vida local.

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La influencia italiana se refleja en la arquitectura como en el antiguo Camellón Abello; lo que se conoce actualmente como el Paseo Bolívar.

Edificios con detalles neoclásicos con arcos elegantes y coloridos azulejos, que con los años han sido remodelados y restaurados para mantener estas reliquias arquitectónicas que son la prueba evidente del aporte de personajes italianos en Barranquilla.

JOSEFINA VILLARREAL HERRERAAspecto del tour que se realizó por el Centro de la ciudad en el marco de Cátedra Europa.

El punto de partida de este recorrido histórico fue en la calle 34 con carrera 44 en todo el Paseo Bolivar, exactamente en el edificio Real Center.

Siguiendo la ruta apareció el edificio Oreste Lenci que ahora lleva por nombre Shopping Calle Real, siguió por la Iglesia San Nicolás y concluyó en la calle 30 en la Casa de La Corazza.

“Me encantó hacer este recorrido porque soy de Santa Marta y desconocía por completo toda esta información sobre la influencia de los italianos en Barranquilla”, dijo Orangella Noriega. Por su parte, Miguel Romo habló sobre la importancia de seguir asistiendo a este tipo de planes históricos que harán de los jóvenes profesionales críticos.

“Solo conocimos hoy la influencia de la cultura italiana, pero hay otros países que han venido aquí a dejar también una huella”.

Reencuentro con las raíces italianas

El Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Cultura de Italia lanzaron el programa ‘Italea’, con el objetivo de brindar descuentos a los italianos que viven en el extranjero y a los descendientes de italianos para seguir las huellas de su historia familiar.

Serena Franco, vocera de la iniciativa, explicó que este 2024 se ha constituido como el año de las raíces italianas.

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“El Ministerio ha pensado en todas las Italias que existen por fuera de Italia. Las comunidades italianas tienen raíces muy fuertes y este programa les permitirá redescubrir los lugares, tradiciones y culturas”, dijo.

Franco sostuvo que a través de la estrategia Italea Card se podrá acceder a actividades para que el viajero tenga una gran experiencia.

Indicó que los interesados pueden recibir información en la página web de Italea o en la sede del Consulado Honorífico de Italia en Barranquilla.