Un lugar mágico, en el cual convergen la flora y la fauna. Esa ha sido la ‘transformación’ que ha tenido la ciénaga de Mallorquín con la consolidación del ecoparque, un ambicioso proyecto de restauración ambiental que ha logrado impulsar una serie de cambios sociales, económicos, turísticos y ambientales en Barranquilla.
En medio de los recorridos ecológicos por los senderos habilitados entre el manglar y el agua de la ciénaga, cientos de ciudadanos han podido observar y maravillarse con la riqueza de la vida natural en las cerca de mil hectáreas que comprende el ecoparque.
El saneamiento de agua, la conservación y la protección de la naturaleza han sido algunos de los pilares del proyecto, que se ha adelantado con el respaldo de cooperación internacional y han permitido que la capital del Atlántico siga a la vanguardia en la lucha contra el cambio climático a nivel internacional.
“Este lugar es un homenaje que Barranquilla le hace a la naturaleza, un hermoso camino inmerso entre manglares hasta llegar a humedales, respirando aire puro, con tranquilidad, desconexión total y descubriendo la belleza de muchas especies que aquí habitan”, resaltó el alcalde Alejandro Char.
En ese sentido, el mandatario distrital recalcó que “Barranquilla es río, mar y ciénaga; nos hemos reconciliado con nuestros tesoros naturales, esos que nos han permitido impulsar el ecoturismo, dinamizar nuestra economía y consolidarnos como una ciudad conectada con la conservación de nuestro hábitat”.
Cabe resaltar que la ciénaga de Mallorquín y su área de influencia se ha referenciado como un núcleo ecosistémico donde se encuentra la mayor área de coberturas de manglar en el departamento del Atlántico.
Así lo ha recalcado Christian Olaciregui, director del Departamento de Biología y Conservación de la Fundación Zoológico de Barranquilla, quien precisó que esta ciénaga es de vital importancia para el planeta.
“Este es un escenario internacional que hace parte de la convención Ramsar que reconoce humedales de importancia a nivel global, formando parte de ecosistemas para conservación de la biodiversidad de Colombia”, dijo el experto.
Por su parte, Juanita Aldana, directora del departamento de Química y Biología de la Universidad del Norte, destacó recientemente que el ecoparque ha permitido a los ciudadanos vivir una nueva experiencia de contemplación de zonas naturales y especies nativas.
“El ecoparque es un proyecto interesante que permite que las personas de Barranquilla y los visitantes puedan acceder a un sitio natural como la ciénaga y observar su biodiversidad, lo cual antes no era posible porque no había un espacio público para ello”, sostuvo.
Refugio de aves
Es de anotar que el ecoparque se ha consolidado como “sitio de interés” para diversas organizaciones debido a que es hogar y refugio de cerca de 155 especies de aves, entre las que se encuentran la cigüeñuela cuellinegra, el pelícano pardo, el rabihorcado magnífico, la aratinga pertinaz, la golondrina común, la garza real, el carpintero amarillo, la mariamulata, la guacharaca caribeña, el gavilán pollero, la lechuza y el periquito manglero.
Para Ramón Montes, experto en avistamiento en la ciénaga de Mallorquín, esta ciénaga es un ecosistema de “importancia regional” para la conservación de aves: “Se encuentra en una ubicación estratégica que acoge especies migratorias que vienen de Estados Unidos y Canadá a pasar la temporada de invierno”.
Cabe anotar que recientemente se firmó un convenio de hermanamiento entre el ecoparque y el Beidler Forest Center, de Carolina del Sur, con el objetivo de trabajar por la conversación de las especies de aves de la ciénaga.
Descontaminación del agua
De manera conjunta, la Alcaldía de Barranquilla y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) adelantaron el proceso de descontaminación del cuerpo de agua a través del uso de un método “innovador”.
Por medio de la siembra de microalgas se logró la disminución de las concentraciones de los contaminantes del recurso hídrico, sin necesidad de otros métodos químicos que alteraran el ecosistema.
De esta manera, de acuerdo con las autoridades, se mejoraron las condiciones de calidad del recurso hídrico como el olor y color, para mantener el equilibrio natural de las especies nativas como moluscos y peces.
Reconocimientos
El año anterior, el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo dio aval a la declaratoria de la ciénaga de Mallorquín como sitio natural de gran importancia e interés estratégico para el turismo.
Bajo la tipología de Turismo de Naturaleza, el Ministerio reconoció que gran parte de la megabiodiversidad que albergan paisajes y áreas naturales hacen parte de la ciénaga y que este espacio cuenta con un gran potencial natural para el ecoturismo.
Infraestructura verde y azul: las nuevas áreas que se contemplan para el ecoparque
El Distrito Aventura de la Ciénaga de Mallorquín se constituye en una nueva fase de este complejo, cuyos estudios técnicos fueron costeados por la iniciativa LAIF City Life (LCL), de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y cofinanciada por la Comisión Europea.
A través de esta Unidad Funcional se complementaría la oferta de ecoturismo a través de espacios para el esparcimiento y la práctica de deportes extremos. De esta manera se complementarían las prácticas de contemplación (senderismo y avistamiento).
Desde la administración distrital indicaron que esta fase permitirá contribuir va la transformación de la ciénaga en un espacio público de recreación y ecoturismo que beneficie a las personas y ayude a la conservación del ecosistema de manglar, crucial para la estabilidad de la costa y la biodiversidad local.
En ese sentido, también se contemplarían áreas de descanso, sanitarios, puntos de información y señalización para la comodidad de visitantes.
Este proyecto se encuentra enmarcado en la estrategia de infraestructura azul y verde, que corresponde a la planificación urbana centrada en el uso sostenible de los recursos hídricos y la integración de áreas naturales en el entorno urbano.