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Los colegios privados representan para la ciudad de Barranquilla un importante indicador de calidad educativa. Según el Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, el puntaje global de las pruebas Saber 11 del año anterior arrojó que el sector privado en Barranquilla tuvo un desempeño por encima del promedio nacional (257), al alcanzar 282 puntos.

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Dicho esto, surge una incertidumbre entre algunos barranquilleros al ver que cada vez más colegios privados dejan de prestar sus servicios en la capital del Atlántico. Durante el pasado mes de septiembre el colegio Seminario San Luis Beltrán, perteneciente a la Arquidiócesis de Barranquilla, anunció el cierre de sus puertas a partir del próximo año por crisis financiera.

La noticia no cayó muy bien en la comunidad educativa y padres de familia adelantaron una serie de manifestaciones para exigir soluciones a la problemática. Incluso, propusieron aportar de sus recursos propios para el sostenimiento del centro educativo; sin embargo, no hubo vuelta atrás con la decisión.

Ante este panorama, tanto el Distrito de Barranquilla como expertos del sector educativo manifestaron que la disminución de la población estudiantil, la reducción del poder adquisitivo de los padres de familia y la falta de recursos para mantener las instituciones podrían considerarse como los factores principales para que este fenómeno siga presentándose en la ciudad.

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Análisis de expertos

Jorge Valencia Cobo, coordinador del Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, explicó que el sector privado experimentó una ligera contracción entre el 2020 y 2023 que puede atribuirse a los golpes financieros que han sufrido los colegios desde la pandemia.

“El Dane informó que la matrícula en los colegios privados disminuyó un 2,5 %, pasando de 59.302 a 57.799 estudiantes, lo que podría atribuirse a diversos factores como la disminución del poder adquisitivo de las familias, la competencia creciente de la educación pública y las secuelas económicas de la pandemia por covid-19, que impactaron la sostenibilidad financiera del sector privado”, indicó.

Agregó que el número de establecimientos educativos del sector privado se redujo de 346 a 341. En ese sentido, la reducción de las cifras de natalidad a nivel nacional se configura como otro factor determinante para el cierre de este tipo de colegios.

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“Colombia ha experimentado una disminución en su tasa de crecimiento poblacional en las últimas décadas, especialmente en los estratos socioeconómicos más altos. Esta tendencia se ha reflejado también en Barranquilla, donde las familias están teniendo menos hijos, lo que podría estar incidiendo en una menor demanda de servicios educativos en ciertos segmentos de la población”, comentó.

Valencia Cobo también enfatizó en que hay una migración de estudiantes hacia el sector público que representa un mensaje claro hacia las autoridades.

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“La preferencia de los padres o dificultades económicas de las familias en el contexto actual están generando que cada vez estudiantes migren hacia el sector público. Si esta tendencia resiste al paso del tiempo es necesario que el Distrito redoble esfuerzos para garantizar una educación con los más altos estándares de calidad en todas sus escuelas públicas a más jóvenes de la ciudad”, detalló.

El Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, por su parte, indicó que en el 2023 se registró la cifra más baja de nacimientos en Colombia de los últimos doce años, con 510.748 nacimientos, lo que representó una caída del 11 % frente al 2022, pero del 24,5 % al compararlo con el 2012.

“A nivel mundial se ha registrado el fenómeno de menores nacimientos, por tanto, si hay menos nacimientos, hay menos niños y niñas, lo que impacta en una menor demanda educativa, reducción de la matrícula, afectación en los ingresos de los establecimientos educativos, que finalmente se traduce en cierre de colegios en muchos casos”, dijo Gloria Bernal, directora del LEE de la Javeriana.

El observatorio también expuso que en los últimos seis años, de acuerdo con cifras del Ministerio de Educación, 6.263 sedes educativas han cerrado, de las cuales 2.446 (el 39,1 %) son privadas y 3.817 (el 60,9 %) son oficiales.

En ese sentido, agregó que esta cifra representa cerca del 12 % con relación al universo de sedes educativas en el país. Además, explicó que dicha cifra no llega a la del 2021, época de pandemia, que registró la mayor cantidad de colegios cerrados en el periodo.

“Este cierre produce efectos negativos directos como el hecho de que parte o todo el personal docente y administrativo quede desempleado, o en el mejor de los casos sea reubicado; así como indirectos como el que tendrá en niños, niñas y adolescentes que están dentro del sistema educativo”, recalcó el Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana.

Acciones del Distrito

Barranquilla cuenta con 153 instituciones educativas de carácter público; sin embargo, la Secretaría de Educación Distrital realiza acompañamiento y seguimiento permanente a los establecimientos privados para su correcto funcionamiento.

De esta manera, la administración pudo constatar que algunas razones por las que se produce el cierre de estos establecimientos educativos es “la falta de recursos para mantener a la institución en funcionamiento o el incumplimiento de los requisitos mínimos legales establecidos”.

Por este motivo, el protocolo de respuesta del equipo de cobertura educativa e IVC del Distrito se activa para garantizar el acceso al sistema educativo de los niños y jóvenes que deseen ingresar al sistema de educación público tras el cese de las actividades en los centros educativos privados.

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Además, las autoridades locales mencionaron las estrategias que tienen para evitar la deserción escolar y garantizar la educación en los colegios oficiales de la ciudad.

“Es importante aclarar que la deserción escolar puede ser producto de varios factores como el cambio de lugar de vivienda, la falta de recursos para alimentación y transporte, entre otros. Barranquilla cuenta con estrategias de permanencia académica como transporte escolar y Programa de Alimentación Escolar (PAE) que buscan cubrir necesidades básicas a los estudiantes para que puedan permanecer en las instituciones y contar con trayectorias educativas completas”, dijo.

Detalló que la ciudad ha venido adelantando acciones en pro de la calidad educativa en los colegios oficiales “a través del acceso a programas de bilingüismo, tecnologías de la información y lectura a todos los estudiantes del sistema educativo, permitiendo potenciar sus capacidades”.

En ese sentido, agregó que “esto ha permitido ubicar a la ciudad con el mayor número de colegios oficiales en categoría A + –la de mayor excelencia académica– en el país, lo cual ha generado confianza en la ciudadanía en la educación pública”.

Por otro lado, la administración distrital aseguró que muchas instituciones educativas han contado con intervenciones integrales en su infraestructura para mejorar las condiciones en las que niños y jóvenes reciben su formación y desarrollan su personalidad.

Otros casos que se han registrado

Otro centro educativo perteneciente al sector privado estuvo cerca de cerrar hace unas semanas. Se trata del colegio San Pancracio, ubicado en el municipio de Soledad, y de igual manera perteneciente a la arquidiócesis de Barranquilla.

La institución presentaba algunos inconvenientes en materia económica, pero tras lograr un acuerdo con la Secretaría de Educación del municipio pudo seguir prestando el servicio a toda la comunidad educativa.

Tres años atrás también se registró el cierre del colegio San Miguel del Rosario. Su sede se convirtió en un nuevo espacio para la Institución Universitaria de Barranquilla tras la compra del predio por parte del Distrito.

En 2016, por su parte, el Colegio Salesiano de San Roque pasó a ser una sede del Centro Social Don Bosco.