La preocupación ronda entre un grupo de padres de familia de Barranquilla ante el “complejo” panorama que viven algunos colegios privados de la ciudad. La “limitada” oferta educativa dirigida a niños y jóvenes con discapacidad se convierte un “dolor de cabeza” constante.
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Tal es el caso de Vera Judit Diazgranados, madre de una niña de 12 años con síndrome de Down, quien ha venido alertando sobre esta situación tras el anuncio de cierre del colegio San Luis Beltrán, en el cual se forman cerca de 40 niños con “necesidades específicas” de aprendizaje.
“Ni siquiera pagando, porque los chicos en condición de discapacidad cuentan con el auxilio que les da las Cajas de Compensación, porque la mayoría de sus padres trabajan. Ellos llegan con la mensualidad debajo del brazo porque las cajas de compensación cubren los 10 meses del año de mensualidad y aun así no es fácil conseguir una institución”, sostuvo la mujer en diálogo con EL HERALDO.
Diazgranados sostuvo, además, que a lo largo de su vida ha tenido que hacer frente a un sinnúmero de retos para garantizar el acceso educativo a su pequeña, teniendo en cuenta que son pocos los colegios que cumplen con las políticas de inclusividad.
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“Aquí del dicho al hecho hay mucho trecho, se habla de inclusión pero en la práctica no es así. Muchos colegios se escudan en la falta de personal idóneo para no recibir a estos niños y jóvenes”, agregó.
Erika Arias, una madre de un niño con Trastorno del Espectro Autista (TEA), expuso que también ha tenido dificultades para encontrar el colegio adecuado para su hijo. Puso de presente, que en una ocasión solicitó un cupo en un colegio público inclusivo y la enviaron al barrio El Por Fin, a pesar de que reside en el barrio Ciudad Jardín.
“Fui hasta la institución y cuando llegué, pude evidenciar que había muchos niños en una sola aula de clase; eso no es recomendable para para niños con discapacidad porque les pueden hacer matoneo y no les prestan la misma atención”, recalcó.
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Hablan los expertos
La fonoaudióloga Lorena Sarmiento, especialista en Neuropsicología Escolar y con amplia experiencia con niños con dificultades cognitivas, manifestó que los cambios abruptos para un niño o adolescente de condiciones especiales, pueden generar traumas a nivel social, en algunos casos estrés académico, ansiedad, inseguridad, desconfianza y dificultades de apego.
La especialista señala que en casos específicos se pueden dar alteraciones o sentimientos de pérdida, miedo. “Cuando se dan cambios, no solamente de ambientes escolares, sino cambios en su rutina, cambios en la familia. Es importante que el niño o la niña reciban un apoyo emocional, que los ayude a tener ese tiempo de adaptación, una oportunidad para reconocer nuevamente el área o la situación o el ambiente donde se van a desenvolver”, explicó.
En cuanto a la formación académica de los niños con estilos de aprendizaje diferentes en las instituciones educativas, la especialista detalló que hablar de ambientes inclusivos en el aula garantiza que todos los estudiantes desarrollen sus habilidades, que se sientan valorados.
“Un aula que sea inclusiva, no solamente fomenta el respeto y la empatía entre ellos, ayuda a crear una comunidad en donde ellos mismos, es decir, los mismos estudiantes se valoren, se apoyen, se acompañen en esas habilidades, no solamente cognitivas, sino las más importantes que son a nivel social, los cuales le garantizan una vida futura”, señaló.
Salvar el San Luis Beltrán
Los padres de familia han pedido a las autoridades distritales que se brinden opciones para evitar el cierre del colegio San Luis Beltrán, puesto que hay más de 137 estudiantes que se encuentran en vilo sobre su formación académica.
“Le hacemos un llamado de verdad muy humano al señor alcalde de Barranquilla reconociendo su espíritu de colaboración y su interés por trabajar por el bien de la población con discapacidad. Le pedimos al alcalde que por favor defina o se reúna con el arzobispo y definan entre los dos de qué manera se puede salvar el seminario San Luis Beltrán. Y sí se puede, como dice el alcalde, sí se puede siempre y cuando exista la voluntad”, propusieron los padres de familia.
También piden que, en el caso de una reubicación por el cierre del San Luis Beltrán, se tenga en cuenta la accesibilidad para la entrega de los cupos. “No es un capricho. El solo cambio de estructura ya es muy difícil para ellos”.
Distrito garantiza educación a niños del San Luis Beltrán
Ante la preocupación de los padres de familia por el futuro de sus hijos, la secretaria de Educación del Distrito, Paola Amar, señaló que desde la Oficina de Cobertura, Inspección y Vigilancia se dispuso de un plan específicamente para los niños con discapacidad del colegio seminario San Luis Beltrán, una vez pasaron la solicitud del cierre de la institución.
La funcionaria indicó que para la próxima semana se adelantará una reunión con la comunidad estudiantil para establecer una ruta y ubicar a los niños en colegios públicos de la ciudad, de acuerdo con sus necesidades.
La funcionaria también recalcó que hay un grupo especial que los ubicará, teniendo en cuenta el tipo de discapacidad y la zona donde viven.
La secretaria Amar enfatizó que los colegios públicos de la ciudad tienen 3.423 niños con algún tipo de discapacidad en este momento en el sistema público.
“De los 153 colegios públicos, en este momento 148 tienen algún niño con algún tipo de discapacidad. Ya sea física o psicosocial”, agregó.